Francisco
Aular
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Viernes, 5 de julio de 2019
Lectura devocional:
Juan 14:27-31
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy
como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27
"Gracias
pastor, tengo paz en mi corazón. Tengo paz con Dios". Fueron algunas de
las últimas palabras coherentes que pronunció aquel hombre, a quien yo asistía
en un hospital, en sus últimos momentos en esta vida. ¿Es posible tener paz con
DIOS? No sólo es posible, sino que el único propósito por el cual hemos nacido
humanamente hablando, en esta vida temporal. DIOS no quiere que salgamos de
este mundo, sin conocer esa paz con él y vivir a la altura de ella.
¿Que
significa la paz de DIOS? La paz que nos ofrece y da JESÚS, nunca quiere decir
que no tendremos problemas, sino que a pesar de las circunstancias de esta
vida, él estará con nosotros y procurará todo nuestro bienestar y bien supremo.
El mundo ofrece una paz como cese de hostilidades, la evasión de problemas y el
éxito y felicidad al final. Sin embargo siendo realista, esa era no ha llegado,
ni llegará.
JESÚS
ofrece y hace posible la paz con DIOS y con nosotros mismos, porque es la paz
que nos lleva a la victoria a pesar de las dificultades y las demandas de la
vida, porque es la paz que ningún peligro ni los sufrimientos la pueden
ensombrecer; también es la paz que sobrepasa largamente nuestras limitaciones
humanas; la paz de quien sabe que todo lo que es y tiene, está en las poderosas
manos de DIOS; la paz de aquel que no la busca en nada ni nadie en este mundo,
que no sea JESÚS; la paz del que sabe que todo lo puede en JESÚS porque le da
la fortaleza, y lo hace vivir en victoria, cualquiera sea su situación
económica, social o cultural; la paz del que canta en medio del sufrimiento; la
paz del que sabe que está muerto a este mundo y su vida “está escondida con
Cristo en Dios” (Colosenses 3.3), y nadie ni nada lo puede apartar del amor de
DIOS; la paz que es independiente de todas las circunstancias exteriores; la
paz que a través de los siglos ha hermoseado el carácter y la pasión del
cristiano nacido de nuevo por su amado JESÚS; la paz que posee todo aquel que
rinde todo lo que es y lo que tiene a los pies de JESÚS; la paz del que deja
aquí lo que puede perder, para ganar lo que nunca perece. Es la paz que
triunfará al final de esta historia como la hemos conocido. ¡Alabado sea el
nombre de JESÚS! Sí, Él es nuestra paz. Nuestra paz con DIOS.
Oración:
PADRE ETERNO:
Te alabo SEÑOR en
esta ocasión por la paz que has puesto en mí desde aquel día en que tu SANTO
ESPIRITU me condujo a ti. Ayúdame a mostrarle a otros seres humanos que esa paz
que ven en mí, eres tú. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla
de hoy:
No podemos tener paz, sino
en JESÚS, porque ÉL es la paz.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy
por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa
a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección
por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a
evitar?
¿Existe algún
pensamiento para llevarlo conmigo?
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