Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Mateo
9:1-8
Unos
hombres le llevaron a un paralítico en una camilla. Al ver la fe de ellos,
Jesús le dijo al paralítico: «¡Ánimo, hijo mío! Tus pecados son perdonados».
Mateo 9:2 (NTV)
“¡Aular este caso es para ti!”. -Exclamó
el psiquiatra- mientras nos sentábamos a tomar el café, allí en la cafetería
del Hospital Vargas de Caracas. Se
trataba de una mujer cercana a los treinta años, un auto la había atropellado y
después de varios años, había quedado con una secuela: no podía abrir la mano
derecha. Los médicos decían que no se explicaban la razón porque todos los exámenes, señalaban
inequivocamente, que no tenía nada. Por ello, fue referida al departamento de psiquiatría.
Aquel afamado doctor que la trataba sin duda era un gran psiquiatra, pero
también un ateo consumado. Varias veces yo le había presentado el mensaje y
terminábamos igual, él afianzado en su ateismo y yo en la fe. Por ello, sin
ocultar su sarcasmo, me la estaba recomendando. Le tomé la palabra, fui al
cuarto del hospital en donde estaba la mujer. Así lo hice varias veces hasta
que hizo su decisión de fe, la empecé a discipular con las verdades eternas de
la Biblia. Llegamos a la parte de perdonar para ser perdonado. Ella guardaba un
resentimiento muy grande contra su madre, quién vivía en otra provincia. Por aquel tiempo, se
acercaba el “Día de la Madre” y ella me pidió que yo le ayudara para escribirle
una tarjeta. Era el momento que yo había esperado, le dije con la mayor
gentileza pero con autoridad espiritual: “_Laura, creo que Dios puede hacer
posible que abras tu mano y tu misma escribas esa tarjeta. Pero antes, tienes
que perdonar a tu mamá, perdonarte a ti misma y aceptar el perdón de Dios…”.
Lloró largamente, pero no pudo perdonarla en aquel momento. Al día siguiente, antes
de que yo llegara a su cama. Vino corriendo hacía mí y gritando de tal manera
que todos la escucharon: “_¡Francisco, anoche, oré y perdoné a mi mamá!...”. Y diciendo
estas palabras, levantó su mano derecha en la cual, sostenía una tarjeta para
su mamá, y que inmediatamente, yo envié por correo.
Aceptar el perdón de DIOS y perdonar a
otros puede ser la puerta que nos traiga, no solamente sanidad espiritual, sino
física también. Cuando el SEÑOR nos mandó a perdonar como Él, nos ha perdonado,
no estaba predicando una actitud religiosa, sino también medicina pra nuestros
cuerpos.
Escudriñe su corazón y confiese
cualquier resentimiento que sienta contra alguien dentro de su círculo de
influencia. Dios le oirá.
Oración:
PADRE ETERNO
¡Aquí estoy delante de ti, alabándote
y gloficando por tu misericordia y al extender tu amor y perdón hacia nosotros
los pecadores! Estas son las mejores noticias que podemos comunicar al ser
humano lejos de ti y de tu gracia.
Ayúdame SEÑOR, he visto tu poder en mí y muchos otros en más de cinco décadas
de conocerte, en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla
de hoy:
Perdonar puede ser el inicio
que abre la puerta de tu salud espiritual, psicológica y física.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy
por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa
a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección
por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a
evitar?
¿Existe algún
pensamiento para llevarlo conmigo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tus comentarios