Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura
devocional: Efesios 4:17-32
Sea quitada
de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos, maledicencia, así como toda
malicia. Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo. Efesios 4:31,32.
¡Salvemos a la familia de su enemigo numero uno: la ira no
resuelta bíblicamente!
¡Este
destructor anda suelto! Se disfraza de todas maneras pero cuando menos nos
damos cuenta aparece nuevamente. La ira es la causante de mujeres maltratadas,
hombres maltratados y niños maltratados. La ira es uno de los pecados que todos
los miembros de la familia podemos cometer y sus resultados pueden enviarnos a
la cárcel, el hospital, el cementerio y al infierno. Vale la pena repetirlo,
nadie en la familia escapa a la ira. El esposo se llena de ira, pierde el
apetito y sale tirando la puerta, tras de sí, jurando no volver más a la casa.
La ira hace que empuñe la botella para olvidar y vive en un circo vicioso sin
fin. La esposa se enoja y provoca la ira al esposo y a sus hijos, y se levanta
un fuerte dolor de cabeza. El muchacho y la muchacha se disgustan y quiere
hasta cambiarse el apellido, porque según dicen: “¡Sus padres no los entienden!”
Hasta el bebé recién nacido se encoleriza y hace que todos en la casa, pierdan
el sueño…La ira engendran el remordimiento, el rencor y la venganza en el corazón
humano. La ira promueve la discordia en la familia, daños contra la sociedad y
atentados contra el estado. La ira, lleva su cizaña a la escuela y allí
descarga su pistola o su rifle. Muy a menudo la ira acaba con el matrimonio
porque se disuelve para evitar males mayores. Por la ira de un gobernante se
rompen las relaciones comerciales con otras naciones. Afilándose en la piedra
del enojo no resuelto, el filo del cuchillo de la indignación corta las
relaciones humanas, más antiguas. ¡Nadie puede decir estoy a salvo de este
peligroso enemigo! Tiene mil vidas y un odio que usted consideraba muerto,
puede resucitar en fracciones de segundos. ¿Cuál es el resultado? Hoy
contemplamos llenos de terror los noticieros y por estos medios nos enteramos de
los crímenes más horrendos. Madres que asesinan a sus hijos. Padres que
asesinan a sus hijos. Hijos que asesinan a sus padres. ¡Vean ustedes los crímenes
contra las mujeres en varias ciudades latinoamericanas y en otras naciones del
mundo!
¡Salvemos
a la familia de su enemigo número uno!
La Biblia
condena la ira. Las iglesias denuncian y buscan soluciones bíblicas contra este
flagelo que nos asedia, porque la ira ataca, asalta y mata. El Estado gasta
millones de dólares intentando prevenirla. La ira no se sacia hasta no ver la
destrucción, causando a las victimas daños espirituales, mentales y físicos.
Como todos los sabemos la ira tiene dos vías y perjudica tanto al que la recibe
como al que la envía. Por cuanto la ira ha causado el ser humano dolor, confusión,
sufrimientos y muertes. Dios abomina la ira: “Deja la ira, y desecha el enojo;
no te excites en manera alguna a hacer lo malo” (Salmo 37.8) Salomón lo expresó
así: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de
su espíritu, que el que toma una ciudad” (Proverbios 16.32) “Por esto mis
amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para
airarse” (Santiago 1.19)
La Biblia
nos da la única solución
¡Salvemos a la familia de su enemigo
numero uno! Buscando la solución que nos da la Biblia. De una vez por todas,
tenemos que entender que Dios tiene un propósito en todo lo que ha hecho. ¡Su
revelación está en la Biblia! Porque debemos recordar que “así como existen
leyes naturales que rigen en el universo, también hay leyes espirituales que
rigen nuestra relación con Dios”. La Biblia nos dice que todo comienza con
Dios. Esta vida humana, no se trata de mí; sino de Él. En efecto la Biblia
dice: “Porque todo, absolutamente todo en el cielo y en la tierra, visible e
invisible…todo comenzó en Él y para los propósitos de Él” (Colosenses 1.16)
Pero lo grande es que dice la Biblia que Dios es amor, y nos ama en “gran
manera”: “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” Pero el pecado que vive en
cada ser humano, nos separa de Dios. El pecado nos impide conocer y
experimentar el amor y el plan de Dios, tanto para el individuo, como el
matrimonio, la sociedad y las naciones. Un abismo existía entre un Dios santo
el hombre pecador. El hombre estaba perdido en cuanto a su relación con Dios.
Por eso, vino JESUCRISTO a la tierra como la única provisión de Dios para el
pecador. Sólo a través de CRISTO quien es el regalo de la vida eterna para el
pecador, el ser humano, sea reconciliado con Dios. Así lo enseñó el Señor
JESUCRISTO: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19.10).
El hecho de que Jesucristo, vivió. Murió. Fue sepultado; pero al tercer día
resucitó, nos garantiza que Dios está agradado del sacrificio del SEÑOR
JESUCRISTO por nosotros los pecadores. JESUCRISTO es nuestra única esperanza
para salvación: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí” (Juan 1.14)
Solo
JESUCRISTO, nos salva de la ira
Nuestro
lema es en estos días difícles para la conviencia y armonía familar es: ¡Salvemos
a la familia! Porque ciertamente un matrimonio que sigue las directrices de
Dios que están en la Biblia, triunfa. En efecto, en JESUCRISTO nacemos de
nuevo; en JESUCRISTO crecemos día
a día. En JESUCRISTO podemos amar, respetar y perdonar. ¡No podrás
vencer la ira solo! ¡Busca ayuda antes de que el enemigo te venza! Teniendo a
JESUCRISTO, lo tenemos todo. Por ello, un individuo, un matrimonio y una
familia que tiene una atmósfera hogareña que se respira “En el SEÑOR”. Será un
ejemplo, en esta hora difícil, para la familia y mantendrá a raya minutos a
minuto y días tras día, a la ira, el enemigo numero uno de la familia.
Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
Sólo Dios basta.
(Teresa de Jesús)
Oración:
Padre eterno:
¡Gracias SEÑOR! Porque al darme la nueva vida,me has dado
el secreto para librarme de la batalla contra mi ira, aún las que vienen de muy
atrás porque tú has hecho una limpieza total en todo mi ser. Ayúdame a ser un
instrumento de tu paz y amor en cualquier ambiente por donde camine. En el
nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Sólo Dios puede hacernos: “pronto
para oír, tarde para hablar, tardo para la ira.”
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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