Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Salmos 127-128
Que el Señor te bendiga continuamente
desde Sión;
que veas prosperar a Jerusalén durante toda tu vida. Que vivas para
disfrutar de tus nietos. ¡Que Israel tenga paz! Salmo 128:5,6 (NTV)
En los Salmos 127 y
128, encontramos cuatro momentos o etapas principales por las que atraviesa una
familia, estas son: La familia en su fundación, desde la boda a la llegada del primer
hijo (Salmo 127:1,2); la familia y sus hijos emprendiendo juntos el camino de
la grandeza familiar (Salmo 127:3-5); el tercer momento, la familia y el
cumplimiento de su propósito, la Biblia es una escuela para padres (Salmo
128:1-3; y, finalmente la familia y el nido vacío (Salmo 128:4-6). Este es el
tiempo cuando los hijos se van del hogar para formar el suyo propio. Desde
luego es un tiempo nostálgico.
Mary y yo, en nuestro
andar de más de 50 años de matrimonio, hemos vivido todos estos tiempos y solo
nos resta el último momento del matrimonio Aular Dámaso -cuando nos toque salir
respondiendo Su llamado para vivir con Él-. Sabemos que nuestro amado SEÑOR,
estará allí porque Él es “Fiel y Verdadero.”
Hace varios años mientras
escribía un sermón sobre el tema de los Salmos 127,128, también escribí un poema
que nos describe la alegría, nostalgia y recuerdos del evento que he llamado:
Cuando los hijos se van
“Que vivas para disfrutar de tus nietos.”
Salmo 128:4 (NTV)
Francisco
Aular
Cuando los hijos se van
se queda el nido vacío…
Y nos dejan los recuerdos
de los momentos vividos.
Cuando los
hijos se van
se van como
los tuvimos,
como el
regalo de Dios
que iluminó
el camino.
Como flechas
disparadas
que dan en el
blanco mismo,
cultivados en
el hogar
como una
planta de olivo.
Cuando los
hijos se van
a cumplir con
su destino
buscamos en
todo lugar…
Sus
travesuras, sus gritos…
Allí
crecieron en la fe
que con fe
les infundimos:
Confianza en
las Escrituras
que es el
Libro de los libros;
que el cielo
es un regalo
que comprara
Jesucristo.
Cuando los
hijos se van
nos quedamos
sorprendidos
ojeando aquel
álbum viejo
ver que no
somos los mismos,
que el tiempo
pasó veloz
como el fluir
de los ríos;
como el
brillar de las estrellas
en negras
noches de estío.
Se sienten lágrimas
tibias
entre suspiro
y suspiro…
Que cumplimos
la tarea:
¡Darle
crianza a nuestros hijos!
Cuando los
hijos se van
se queda un
rosal marchito
que solo
vuelve a brotar
con los hijos
de los hijos…
¡Esos
alborotadores
que nos
movieron el piso!
Con solo
verlos venir
sin pedir
nuestro permiso.
Galopando en
nueva historia
al cerrar
nuestro capítulo…
Cuando los hijos se van
se queda el nido vacío…
Y nos dejan los recuerdos
De los momentos vividos.
Toronto, 22 de junio de 2012
Oración:
SEÑOR gracias por compartir con el ser humano el
privilegio y responsabilidad de ser padres por tu gracia. SEÑOR, hazme brillar
para que mis hijos y nietos, vean y encuentren el verdadero propósito de la
vida. Dame constancia, pasión por ti, amor, fe y valor para sentirte en nuestro
hogar primero, y después con mi familia, compartir que contigo, sí se puede. En
el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La formación
del carácter de tus hijos y tus nietos en el futuro, depende de lo que hagas
con Dios, Su Palabra y Su Iglesia, hoy.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por
aprender?
¿Existe alguna bendición para
disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por
obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para
llevarlo conmigo?
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