Lectura devocional: Romanos 5:12-21
Entonces, así como el pecado reinó sobre todos y los llevó a la
muerte, ahora reina en cambio la gracia maravillosa de Dios, la cual nos pone
en la relación correcta con él y nos da como resultado la vida eterna por medio
de Jesucristo nuestro Señor. Romanos 5:21 (NTV)
En
pocas horas el mundo cristiano estará celebrando los 500 años de la Reforma
Protestante, y de todo corazón me uno a esa magna celebración. Las religiones
generalmente, creen que la salvación es el esfuerzo del ser humano pecador
ganándose el cielo por la observación de ritos, credos, tradiciones,
sacramentos, y buenas obras. En cierta manera es un regreso a tiempos de la
Ley, cuando Dios estaba preparando: el tiempo de Su gracia, con el nacimiento
de CRISTO. La Iglesia de Roma desde luego exageró en sumo grado la salvación
por obras. Pero la Reforma dijo: Reafirmamos que la justificación es SOLO POR
GRACIA, solamente POR FE, SOLO CRISTO salva, basado en lo que enseña, SOLO la
ESCRITURA y por lo cual exclamamos: SOLO A DIOS LA GLORIA. En realidad fue un enfrentamiento
entre la Ley de la religión y la Gracia de Dios, como lo plantea la Biblia.
Esto lo
comprendemos mejor al ver el contraste entre la Ley y la Gracia:
-La ley fue dada por Moisés.
-La gracia y la verdad
vinieron por Jesucristo (Juan 1:17).
-La ley dice: “Haz esto y
vivirás”.
-La gracia dice: “Vive y luego
harás”.
-La ley dice: “Págame lo que
me debes”.
-La gracia dice: “Francamente
te perdono todo”.
-La ley dice: “La paga del
pecado es muerte”.
-La gracia dice: “La dádiva de
Dios es vida eterna”.
-La
ley dice: “El alma que pecare esa morirá”.
-La
gracia dice: Todo aquel que cree en JESÚS, “aunque esté muerto vivirá. Y todo
aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25,26).
-La
ley pronuncia condenación y muerte.
-La
gracia proclama Justificación y Vida.
-La
ley dice: “Hazte un nuevo corazón y un nuevo espíritu”.
-La
gracia dice: “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo
pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne,
y les daré un corazón de carne” (Ezequiel 11:19).
-La ley dice: “Porque todos los que dependen
de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo
aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley,
para hacerlas” (Gálatas 3:10).
-La
gracia dice: “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades
son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de
pecado” (Romanos 4:7,8).
-La
ley dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti
mismo” (Lucas 10:27).
-La
gracia dice: “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por
nuestros pecados” (1 Juan 4:10).
-La
ley habla de lo que el hombre debe hacer para Dios.
-La
gracia habla de lo que CRISTO ha hecho a favor del hombre.
-La
ley se dirige al hombre como parte de la antigua creación.
-La
gracia hace al hombre un miembro de la nueva creación.
-La
ley pesa sobre una naturaleza inclinada a la desobediencia.
-La
gracia crea una nueva naturaleza inclinada a la obediencia.
-La
ley exige obediencia por temor al Señor.
-La
gracia ruega a los hombres por las misericordias de Dios.
-La
ley demanda santidad.
-La
gracia concede santidad.
-La
ley dice: “¡Condénenlo!”.
-La
gracia dice: “¡Abrácenlo!”.
-La
ley habla de sacrificios sacerdotales ofrecidos continuamente año tras año, y
estos nunca podían hacer perfectos a quienes los ofrecían.
-La
gracia dice: “Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo
sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en
adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados” (Hebreos 10:12-14).
-La
ley declara que no hay escapatoria posible para el pecador: “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos
los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados” (Romanos 2:12).
-La
gracia trae paz y seguridad eterna, al arrepentirnos de nuestro pecados y
aceptar el regalo de la gracia de Dios: “De cierto, de
cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Ahora
bien, como dijo el Apóstol: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado
para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al
pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”
(Romanos 6:1,2).
La
libertad que nos brinda la gracia no es libertinaje: “Pero nosotros debemos dar
siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de
que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la
santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante
nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo” (2
Tesalonicenses 2:13,14). Aunque algunos puedan abusar de la gracia de Dios, de
todas maneras, tenemos que vivirla y proclamarla. Gracia es aceptación y amor
inmerecidos que se reciben de otro en especial; y esa es la actitud característica
de Dios al proporcionar salvación para los pecadores.
El
evangelio de la gracia seguirá trayendo su bendición en dondequiera se
predique, por eso a Pablo se le llama el apóstol de la gracia: “Yo no tomo la gracia de Dios como algo
sin sentido. Pues, si cumplir la ley pudiera hacernos justos ante Dios,
entonces no habría sido necesario que Cristo muriera.”(Gálatas 2:21, NTV).
SOLI DEO GLORIA
Amantísimo Padre Celestial
Hoy quiero levantar mi voz por el
toque de tu gracia sobre mí, y me postro delante de ti y te digo: ¡Gracias
SEÑOR por el Regalo de la vida eterna! Solo por tu GRACIA, aquí estoy. En el
nombre de JESÚS. Amén.
Cuando experimentamos un encuentro con la
gracia de Dios, surge la necesidad de mostrarla a los demás.
Interacción:
¿Qué me dice
Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna
promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna
lección por aprender?
¿Existe alguna
bendición para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún
pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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