Lectura devocional: Hechos 4:1-21
¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha
dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.
Hechos 4:12 (NTV)
La Reforma Protestante tuvo su inicio el 31 de octubre de 1517, y
dentro de siete días, el 31 de octubre de 2017, cumplimos 500 años en que la
Palabra de Dios, volvió a las manos del ser humano. De hecho, aquel salto del ser
humano de la Edad Media al Renacimiento no fue solamente en el campo religioso, porque el hecho de clavar el monje Martín Lutero, sus 95 tesis en las puertas de la catedral de Wittemberg, Alemania, rebasó sus expectativas. Las tesis trataban varios temas doctrinales y proponían una renovación de la Iglesia de Roma. Pero los puntos allí tratados llegaron con su influencia positiva a todos los segmentos de
la sociedad de aquel tiempo. Sin embargo, el liderazgo eclesiástico romano, no
lo entendió de esa manera, y este hecho frente a las 95 Tesis de Lutero, fue el
chispazo que encendió el entendimiento del ser humano y nos condujo de regreso
a las verdades eternas de las Sagradas Escrituras.
En consecuencia, se puede resumir, las diferencias entre Roma y la
Reforma, en las llamadas por el mundo protestante, “Cinco Solas”. Son cinco
frases en latín: “Sola Scriptura”. “Solus Christus”. “Sola Gratia”. “Sola
Fide”. “Soli Deo Gloria”. Aunque a
los de habla castellana, no se nos hace tan difícil, leerlas, quieren decir:
Sola ESCRITURA. Solo CRISTO. solo GRACIA. solo FE. Solo a DIOS GLORIA.
Así llegamos a considerar en esta oportunidad: “SOLUS CHRISTUS”: “La
Biblia Sola” nos dice que la
salvación se encuentra "solo en CRISTO", excluyendo así todo otro camino para
llegar a Dios:
“Jesús le contestó:
—Yo soy el camino, la verdad y la vida;
nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.” (Juan 14:6,NTV)
“¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre
bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos." (Hechos 4:12,NTV).
¿Cómo se aplica esta verdad a nuestras vidas?
Verá,
cuando vemos que el hijo se asemeja tanto
en personalidad como en carácter al padre, decimos: “De tal palo, tal astilla”;
en realidad, en la fe cristiana, el Padre quiere que nosotros seamos en todo
como su Hijo JESÚS: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:4,5 RV60). Solamente Dios tiene una
respuesta para la salvación del ser humano, adoptarnos como sus hijos y,
¡hacernos como su Hijo JESÚS! Pero esto no ocurre automáticamente en el ser
humano, y por eso, necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados, alcanzar el
perdón de Dios, y nacer de nuevo (Juan 3:3), y como bebés espirituales crecer, “hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”
(Efesios 4:13 RV60). En efecto, como decía mi pastor Eusebio Pérez Domínguez:
“Lo que no nace no crece”. ¡Parecernos a Cristo no es una opción, si nacimos de
nuevo es necesario que esa transformación se vea en nosotros! “El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6).
Pues bien, ser como JESÚS es un riesgo, Él mismo lo dijo: “Si
alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame” (Lucas 9:23 RV60). El Señor JESÚS nos exige un amor supremo y una
lealtad a toda prueba, “tome su cruz cada día” suena muy suave hoy porque la
cruz, para muchos de sus
seguidores, ha venido a ser parte del vestuario, un adorno y nada más, o
simplemente, un símbolo al cual algunos adoran. Pero en los días de JESÚS, la
cruz era símbolo de vergüenza y muerte, así que ¡ese cristianismo ligero, como
una dieta alimenticia que hoy en día se vive, no aparece en el Nuevo
Testamento! JESÚS fue muy claro con sus discípulos, una y otra vez, él les dijo:
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis
aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33 RV60). El
cristiano solamente encuentra paz a medida que crece, y en ese tránsito es
probada su verdadera afiliación espiritual a través del sufrimiento, por la
verdad, por las aflicciones, los problemas, las tentaciones, sus luchas, sus lágrimas,
y aun, el martirio, pero sigue firme confiando en las promesas del Señor JESÚS,
no mirándose a sí mismo; se parece a JESÚS en todo: ama como Él nos amó;
perdona como él perdonó; y esa similitud, nos libra de llevar un cuaderno con
las fallas de los demás y con lo que le han hecho para justificarse a sí mismo;
no apela a la autoconmiseración que lo hunde en depresión, sino que pone toda
su confianza en el Señor y Salvador JESÚS durante toda su vida en esta tierra;
el verdadero discípulo de JESÚS sabe que su crecimiento hacia la madurez en
Cristo no es una emoción pasajera, sino una decisión hecha con todas las
fuerzas del espíritu, del alma y del cuerpo.
Así que “Solo CRISTO” me puede llevar no solamente a la salvación,
sino a Su señorío al rendirle mi vida completamente a Él, mi crecimiento en la Palabra de Dios, hacia
la madurez en la fe y en mi carácter.
Oración:
Amado Padre
celestial:
Tú no
quieres que yo sea un pequeño dios, sino que a través del sufrimiento de JESÚS,
yo me parezca a Él; que a través de su resurrección, yo aprenda a confiar, que
día tras día, el mismo poder que levantó a JESÚS de los muertos, está a mi
disposición para vivir la vida cristiana en toda su plenitud. Gracias Señor por
darme vida en JESÚS y hacerme tu hijo; ayúdame a ser como tu amado Hijo. En el
nombre de JESÚS. Amén.
Solo en CRISTO hay salvación,
Él y solo Él, es nuestra pasión y triunfo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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