¡Feliz domingo de resurrección para
todos! Esta Perla es especial porque no salimos los domingos, pero hoy estoy de
fiesta y aquí digo la razón. ¡No te quedes en casa; ve con tus hermanos y
hermanas y celebra la resurrección del Señor en medio de su pueblo! La
resurrección de JESÚS nos grita la victoria de nuestra fe sobre todas las
circunstancias, y sobre todo, que un día resucitaremos en Él, por Él y para
Él.
Siempre vuestro pastor y amigo,
Francisco Aular
¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente, y a aparecido a Simón! Lucas 24:34
¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente! Es el
grito de triunfo del Crucificado. El día viernes, JESÚS muere en victoria, pero
su resurrección el día domingo es su día de triunfo definitivo. La resurrección
de JESÚS es el sello del regalo de nuestra salvación. La bandera del
cristianismo es la esperanza de la resurrección. Todos los que hemos nacido de
nuevo, por la vida que vino del cielo a través de JESÚS, sabemos por la
Palabra, que así como Él resucitó, ¡nosotros también resucitaremos! Es más, la
vida normal del cristiano de hoy, es vivir una vida resucitada y victoriosa por
la resurrección de JESÚS.
Cuando el pastor Germán Núñez
Bríñez -mi maestro de homilética en el Seminario Bautista de Venezuela- y yo
fuimos a Jerusalén, visitamos el Jardín de la Tumba y nos encontramos que en
sus alrededores había gente de muchas partes del mundo, al juzgar por sus
rasgos físicos y vestimentas. Aunque todos hablábamos lenguas diferentes, nos
unía una sola verdad, dicha dos mil años antes: ¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente! La tumba cedida por José de Arimatea a JESÚS, ¡está vacía!,
y un cartel lo anuncia con las mismas palabras que los ángeles les dijeron a
las mujeres que vinieron trayendo las especies aromáticas para ungir el cuerpo
de JESÚS: No está aquí, sino que ha resucitado. Mi amado hermano Núñez y
yo estábamos a punto de llorar de alegría, y con toda esa emoción encima
entramos a la tumba, nos colocamos frente a la abertura, y desde allí
contemplamos a los demás turistas que habían llegado. De repente, la voz
potente del príncipe de los predicadores venezolanos se elevó entonando las
notas del himno que cuenta el triunfo del Crucificado; hicimos un dúo, que poco
a poco se convirtió en coro, ya que los demás turistas, conociendo este himno
internacional, lo entonaron en sus propios idiomas:
Cristo la tumba venció,
Y con gran poder resucitó.
Del sepulcro y muerte Cristo es
vencedor,
Vive para siempre nuestro Salvador.
¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!
El Señor resucitó
Sí, ¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente! Y las apariciones que reiteradamente JESÚS hizo a sus
discípulos, a sus familiares y a otros seguidores, fue el hecho que afirmó la
fe vacilante de ellos, y lo que explica la transformación de sus discípulos, de
temerosos el día viernes a los valientes desde el domingo de resurrección hasta
nuestros días. ¡La tumba vacía asegura que nosotros los que creemos en JESÚS
adoramos a un Dios vivo y no a un dios muerto!
¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente! Explica
la existencia de la Iglesia Cristiana, y por eso, cada semana, millones de
hombres y mujeres en todo el mundo salen espontáneamente a predicar y a enseñar
las verdades eternas del evangelio. ¡No lo hacen para ganarse la salvación,
porque esto ya es un hecho, tal y como lo dijo el Apóstol: "El mismo poder
que levantó a JESÚS de la tumba" es el mismo poder que nos ha salvado!
Todo servicio en la obra de Dios es un monumento de nuestra gratitud a Él y
solamente a Él, porque definitivamente: ¡JESÚS es nuestra pasión y triunfo!
¡Nada ni nadie nos ha podido detener a través de los siglos porque todos los
que estamos en esta nueva vida que JESÚS vino a traernos, constituimos un
ejército comandado por el Rey de reyes y Señor de señores! A Él no pudo
frenarlo este mundo, ni el maligno, ni la muerte. El sepulcro no pudo retenerlo
porque Él, ¡mató para siempre a la muerte!". Porque todo cristiano nacido
de nuevo, experimenta el hecho de resucitar a una nueva vida, puede exclamar
también como los apóstoles aquel domingo inolvidable: “¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente!”
Camino de Emaús
Lucas 24.17-34
Camino de Emaús marchan
Tristes, cabizbajos,
Cleofás y su compañero...
Lucen bastante cansados,
De espaldas a Jerusalén
Atrás quedó... El Calvario...
Y los recuerdos hermosos
De aquel brillante pasado...
Cuando Jesús de Nazaret
De discípulos, rodeados.
Hacía milagros, portentos,
Dejando al mundo, asombrado.
Pero ahora, hace tres días
Que está en la tumba, encerrado...
¿Qué tristeza es comparable
a la que siente un cristiano?
Cuando piensa que la vida
Se le ha ido en fracasos...
Que ya no quiere creer
En el Cristo revelado...
Ni en la Palabra viviente,
Y huye de otros cristianos...
"¿Qué torpes son ustedes
y para entender, que tardos?"...
Es la respuesta divina,
Cuando se nos pone al lado...
Y nos reclama la fe,
Si ve que se ha disipado...
Porque a veces la tristeza,
Pone los ojos vedados,
Para no ver la victoria
Del Cristo, glorificado...
Que se inclina para oírnos
Cuando todo se ha agotado.
Él enciende nuestro gozo
Y apaga nuestro desánimo...
Pon tus ojos en Cristo.
Él, te llena de cuidados.
Comparte tu testimonio
Del Espíritu, inflamado...
Vuélvete a Jerusalén,
Comparte con tus hermanos,
No dejes que tu corazón,
Vague inútil... solitario.
No busques en Emaús
Lo que, Él, ganó en el Calvario
Ni busques entre los muertos
Al que Dios ha levantado...
¿Arde...ya tu corazón
Con un fuego renovado?
Es porque vive contigo,
El Cristo resucitado...
Pr. Francisco Aular
Toronto, 2006
Oración:
Amado JESÚS, gracias por resucitar
en mi corazón hace tantos años. Sé que al final de la historia, sobre las
cenizas de un mundo destruido, me levantaré conjuntamente con los millares que
hemos creído a través de los siglos y te hemos servido con gozo, fe, amor y
esperanza, porque "has resucitado Señor verdaderamente", no pongo mi
confianza para mi salvación eterna en nada y en nadie más, sino en Ti y
solamente en Ti. Amén.
Perla de hoy:
Alguien dijo que la resurrección es
el amén del Padre, el domingo al "Consumado es" de JESÚS del día
viernes.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda
aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para
disfrutar?
¿Existe un mandamiento por
obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un
nuevo pensamiento para llevarlo conmigo
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