Francisco Aular
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Lectura devocional: Lucas 14:15-27
EL ESPÍRITU DE PAZ
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
"Gracias pastor, tengo paz en mi corazón. Tengo paz con Dios". Fueron algunas de las últimas palabras coherentes que pronunció aquel hombre, a quien yo asistía en un hospital, en sus últimos momentos en esta vida. ¿Es posible tener paz con Dios? No sólo es posible, sino que el único propósito por el cual hemos nacido humanamente hablando, en esta vida temporal.
En realidad, DIOS no quiere que salgamos de este mundo, sin conocer esa paz con él y vivir a la altura de ella. Entonces preguntamos ¿que significa la paz de DIOS? Es la paz que nos ofrece y da JESÚS, nunca quiere decir que no tendremos problemas, sino que a pesar de las circunstancias de esta vida, él estará con nosotros y procurará todo nuestro bienestar y bien supremo.
Por otro lado, el mundo ofrece una paz como cese de hostilidades, cese de la guerra, la evasión de problemas y el éxito y felicidad al final. En cambio la Biblia, nos habla de la verdadera paz, el profeta, nos dice: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. (Isaías 26:3), también afirma en el Nuevo Testamento: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:7). ¿Quieres tener una paz verdadera? ¡Llena tus pensamientos de DIOS!
JESÚS, la noche en que fue entregado les habló a Sus discípulos y les anunció que el regresaría al Cielo pero les enviaría al ESPÍRITU SANTO, esa promesa la cumplió en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Desde entonces, el ESPÍRITU de DIOS y Su Palabra, nos guían a la salvación eterna, y toda la plenitud del conocimiento que como Sus discípulos, nos guía a la paz.
Sí, el ESPÍRITU SANTO, produce en el cristiano nacido de nuevo, el fruto para que Sus hijos tengamos un carácter como el de JESÚS: “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas”. (Gálatas 5:22,23, NVI). ¡Fijése que son nueve virtudes como fruto del ESPÍRITU de DIOS, que ¡vive en nosotros!
Ciertamente, JESÚS ofrece y hace posible la paz con DIOS y con nosotros mismos, porque es la paz que nos lleva a la victoria a pesar de las dificultades y las demandas de la vida; porque es la paz que ningún peligro ni los sufrimientos la pueden ensombrecer; también es la paz que sobrepasa largamente nuestras limitaciones humanas; la paz de quien sabe que todo lo que es y tiene, está en las poderosas manos de Dios; la paz de aquel que no la busca en nada ni nadie en este mundo, que no sea JESÚS.
Es la paz del que sabe que todo lo puede en JESÚS porque le da la fortaleza, y lo hace vivir en victoria, cualquiera sea su situación económica, social o cultural; la paz del que canta en medio del sufrimiento; la paz del que sabe que está muerto para este mundo y que su vida “está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3.3).
Es la paz que da seguridad al cristiano nacido de nuevo, y de poseer la Vida Zoé, la Vida eterna y que nadie ni nada lo puede apartar del amor de DIOS; la paz que es independiente de todas las circunstancias exteriores; la paz que a través de los siglos ha hermoseado el carácter y la pasión del cristiano nacido de nuevo por su amado JESÚS; la paz que posee todo aquel que rinde todo lo que es y lo que tiene a los pies de JESÚS; la paz del que deja aquí lo que puede perder, para ganar lo que nunca perece.
Esa es la paz al final de esta historia como la hemos conocido. ¡Alabado sea el nombre de JESÚS! Sí, Él es nuestra paz. Alabe a DIOS por esa paz, que Él en su gracia da a sus hijos. Pídale, que usted pueda mostrar esa paz que ya posee, en todo lo que es y lo que hace.
Oración:
PADRE ETERNO:
En esta hora te alabo mi amado SEÑOR por la paz que me has dado desde el día en que entraste a mi vida. ¡Gracias porque me has dejado en este mundo para que sea un recipiente de tu paz como una ejemplo de paz para muchos! ¡Ayúdame a proclamar la fe en Aquel que es una fuente eterna de la paz para el ser humano, de tal manera que todo aquel que en JESÚS cree, se arrepienta de sus pecados y ponga su confianza en DIOS, sea salvo! Oro en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Alabe a DIOS por esa paz, que Él en Su gracia da a Sus hijos. Pídale, que usted pueda mostrar esa paz que ya posee, en todo lo que es y lo que hace.
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