Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Zacarías 12
Haré que Jerusalén sea como una
bebida embriagante que causa que
las naciones vecinas se tambaleen
cuando envíen a sus ejércitos para
sitiar a Jerusalén y a Judá. En
aquel día yo convertiré a Jerusalén
en una roca inamovible. Todas
las naciones se reunirán en
contra de ella para tratar de
moverla, pero sólo se herirán a
sí mismas. Zacarías 12:2,3 (NTV)
¿Por qué amo a Israel? Porque creo en el pacto que DIOS hizo con Abraham:
“Bendeciré a los que te bendijeren,
y maldeciré a los que te maldijeren”
(Génesis 12:3). De hecho, JESÚS, se caracterizó por su amor a Israel y hasta sus enemigos lo sabían; en una ocasión cuando el Señor JESÚS entró en Capernaum, se le acercaron los líderes religiosos judíos, rogándole que sanase al siervo de un centurión. Ellos vinieron a JESÚS y le dieron los motivos por los cuales debería hacer aquel milagro:
“Porque ama a nuestra nación,
y nos edificó una sinagoga.”
(Lucas 7:5).
De esta manera, vemos que el trato de DIOS con las naciones gentiles esta signada por la promesa del Pacto Abrahámico, ya señalado de: “Bendeciré a los que te bendijeren, y maldeciré a los que te maldijeren” (Génesis 12:3) Ciertamente, los juicios divinos y la consumación de sus profecías se basan en el amor de DIOS por Israel:
“Después de un período de gloria,
el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales
me envió contra las naciones que los
saquearon a ustedes. Pues él dijo:
Cualquiera que te dañe, daña a
mi más preciada posesión.”
(Zacarías 2:8 NTV).
Es decir: En hebreo, cualquiera que te toca, toca la niña de su ojo. En cierta ocasión, escuché un mensaje sobre este tema al doctor Adrian Rogers, decir, estas palabras de advertencia:
“Serías muy tonto y te encontrarías en un terreno muy peligroso si pronunciaras una maldición contra Israel. Debemos bendecir lo que Dios ha bendecido, amar lo que Dios ha amado y orar por Israel.” ¿Qué les ocurrirá a los enemigos de Israel?: “Haré que Jerusalén sea como una
bebida embriagante que causa que
las naciones vecinas se tambaleen
cuando envíen a sus ejércitos para sitiar
a Jerusalén y a Judá.” (Zacarías 12:2 NTV).
¿Por qué amo a Israel? Porque Dios usó a este pueblo para ser depositario de la revelación divina. En efecto, JESÚS dijo a la mujer samaritana:
“Ustedes, los samaritanos, saben muy poco
acerca de aquel a quien adoran, mientras
que nosotros, los judíos, conocemos bien
a quien adoramos, porque la salvación viene
por medio de los judíos.” (Juan 4:22 NTV).
En el Pacto Abrahámico, DIOS prometió: “…Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” De esta manera, ya no existe separación entre el judío que viene al Mesías JESÚS, y el gentil (no judío como somos en su mayoría, los que estamos en la iglesia de Señor):
“Y el plan de Dios consiste en lo siguiente:
tanto los judíos como los gentiles que creen
la Buena Noticia gozan por igual de las riquezas
heredadas por los hijos de Dios. Ambos pueblos
forman parte del mismo cuerpo y ambos
disfrutan de la promesa de las bendiciones
porque pertenecen a Cristo Jesús.”
(Efesios 4:12 NTV).
¿Por qué amo a Israel? Porque a través de esta nación, vino el Mesías prometido: ¡JESÚS, mi SEÑOR y SALVADOR! He recibido por medio de este pueblo, la Biblia la Palabra de DIOS; he llegado a conocer a JESÚS, ¡Si amo a JESÚS debo amar al grupo étnico del cual provino en cumplimiento de más de trescientas profecías! JESÚS, es el único ser humano que se le dio a escoger en donde debería nacer, vivir y morir y Él eligió al pueblo judío; nació de Madre judía; todos sus apóstoles fueron judíos, en fin digo como Pablo:
“Ellos son el pueblo de Israel, elegidos
para ser los hijos adoptivos de Dios. Él
les reveló su gloria, hizo pactos con ellos
y les entregó su ley. Les dio el privilegio
de adorarlo y de recibir sus promesas maravillosas.
Abraham, Isaac y Jacob son los antepasados
de los israelitas, y Cristo mismo era israelita
en cuanto a su naturaleza humana.
Y él es Dios, el que reina sobre todas
las cosas, ¡y es digno de eterna
alabanza! Amén.”
(Romanos 9:4,5,NTV).
Desde luego, amo a Israel y vivo esperanzado porque las promesas sobre este pueblo, que está en estos momentos –desde el 14 de mayo de 1948- en pleno desarrollo, no fue n evento planeado por las Naciones Unidas, sino por el mismísimo PADRE ETERNO: “¿Quién supo de algo semejante? ¿Quién vio alguna vez tal cosa? ¿Puede un país concebirse en un solo día? ¿Acaso una nación puede nacer de repente? ¡Pues Sión dio a luz a sus hijos antes de tener dolores!”. (Isaías 66:8, RVC). ¡DIOS lo hizo delante de nosotros, hace 75 años! ¡Estamos en tiempo de decisiones frente a la veracidad de profecías predictivas y las estoy viendo en vivo y en directo, todos los días! Por todo esto y mucho más: Amo a Israel.
Oración:
SEÑOR de los ejércitos celestiales, gracias por venir a salvarnos desde el Cielo, y comprarnos un lugar cerca de Ti, al costo de tu sangre preciosa como de un Cordero sacrificado por cada uno de nosotros sean judíos o gentiles. Ayúdame a amar a Israel con Tu amor, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Algunos líderes políticos internacionales desean eliminar al pueblo judío de la tierra de sus antepasados; pero tropiezan y tropezarán con el Pacto de DIOS con Abraham hasta el final de la historia.
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