Amados y amadas perlistas:
Hoy estamos de regreso cómo lo había anunciado en
julio. ¡Gracias al Señor y a sus oraciones, la labor encomendada en Venezuela
fue realizada y he retornado lleno de entusiasmo contagioso al ver el
despertamiento espiritual que por tantos años, habíamos esperado! Gracias a
todos los que en el viaje y por esta vía, me han reportado la influencia
positiva de estos devocionales en sus vidas. Gracias también a todos mis
anfitriones, a las vidas preciosas que por la gracia del Señor, tuve comunión
con ellas. Uno se queda sin palabras al ver la fe, perseverancia, la esperanza
y el amor de nuestros amigos y colegas en la obra de Dios en la patria amada.
Por todo ello, ¡bendito y alabado sea nuestro amado Dios!
Con afecto,
Pastor y amigo,
Francisco Aular
Francisco Aular
Lectura devocional:
1 Reyes 19:1-18; 2 Reyes 2:11
—He servido con gran celo al SEÑOR Dios
Todopoderoso —respondió Elías—; pero el pueblo de Israel ha roto su pacto
contigo, derribó tus altares y mató a cada uno de tus profetas. Yo soy el único
que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también. 1 Reyes 19:10 (NTV)
El diccionario de
sinónimos define a portátil en estos términos: cómodo, movible, móvil,
movedizo, trasladable y desarmable. La idea es todo lo que se puede mover o
trasladar fácilmente. ¿Cómo es posible que podamos asumir alguna posición de
amigo, o cargo en la obra de Dios, o en la vida familiar como algo pasajero?
Con la idea en mente de que si no funciona, me voy. Es decir, puedo renunciar
así tan fácil como quitarme una camisa y ponerme otra.
¿Algunas veces has
tenido ganar de “tirar la toalla” y abandonar todo? ¿Qué puede motivarnos a
tirar todo y renunciar a lo que antes amábamos? De la enriquecedora experiencia
del profeta Elías, podemos extraer algunas respuestas:
El liderazgo portátil,
no toma en cuenta que Dios es quien Él dice ser. Vemos que
Elías, hizo una gran demostración de los atributos y el poder de Dios, delante
del pueblo de Israel, en todo el capítulo de 1 Reyes 18. Sin embargo, después
cuando la malévola Jezabel emprende contra él
una persecución: renuncia y huye. Un líder no puede vivir huyendo de sus
responsabilidades sin que Dios, se lo haya permitido. Desde muy joven decidí
servirle al Señor en cualquier responsabilidad por grande o pequeña que Él en
Su misericordia y conforme a Su plan, me diera en Su obra. Supe que cuando
trabajas para Dios la palabra “renuncio” no existe. ¡Eso sí debes saber a
comenzar cualquier trabajo para Él, que los éxitos de ayer, no logran tu
triunfo hoy!
El liderazgo portátil,
no toma en cuenta la verdad de que no podemos huir de Dios. Elías huyó
a Beerseba a 160 kilómetros al sur del monte Carmelo. Siguió huyendo y caminó
230 kilómetros más, hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. Huir de Dios para
buscar a Dios, no es buscar a Dios. ¡Es imposible huir de Dios!
El liderazgo portátil,
no toma en cuenta el hecho de que después de grandes éxitos, puede venir el
desánimo.
Por ello, Dios le pregunta dos veces, al desanimado Elías: “¿Qué haces aquí
Elías?” (1 Reyes 19:9,13) En ambas ocasiones, Elías, le confiesa a Dios: “Él
volvió a responder: —He servido con gran celo al SEÑOR Dios Todopoderoso; pero
el pueblo de Israel ha roto su pacto contigo, derribó tus altares y mató a cada
uno de tus profetas. Yo soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para
matarme a mí también.” (1 Reyes 19:10,14) ¡Qué fácil resulta caer en la
conmiseración, el “pobrecito yo” y renunciar a la tarea que Dios nos ha
encomendado! Siempre existen dos razones para renunciar: la razón que decimos y
la verdadera razón.
El liderazgo portátil
con mucha frecuencia se deja llevar más por sus sentimientos que la razón. En efecto, Elías
estaba completamente equivocado: “Sin embargo, preservaré a otros siete mil en
Israel, ¡quienes nunca se han inclinado ante Baal ni lo han besado!”. (1 Reyes
19:18 NTV) ¡Elías tenía una razón para huir y Dios tenía siete mil razones para
que se quedara sirviéndole! ¡Si usted piensa que Dios se va a quedar de brazos
cruzados ha que nosotros cumplamos lo que debemos hacer, para seguir con Su Plan eterno, estamos
equivocados!: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno
tome tu corona” (Apocalipsis 3:11 RV60)
El liderazgo portátil
no toma en cuenta que Dios actúa por medio de las circunstancias y los
problemas que nos acorralan.
El
líder cristiano tiene que estar alerta, a veces Dios nos hace pasar por
terremotos, fuego y lo apacible, sin embargo, Dios lo permite para que
aprendamos que cuando trabajamos para Dios, solamente Él, le pone final a
nuestro liderazgo: “Mientras iban
caminando y conversando, de pronto apareció un carro de fuego, tirado por
caballos de fuego. Pasó entre los dos hombres y los separó, y Elías fue llevado
al cielo por un torbellino.” (2 Reyes 2:11 NTV) ¿Cómo podemos convertir un
liderazgo portátil en uno eterno
conforme al corazón de Dios? Sin duda debemos detenernos, arrepentirnos de
nuestra fragilidad pecaminosa al no creerle a Dios, escucharlo y obedecerlo.
Así Dios puede escribir nuestra biografía miles de años después de nosotros,
como lo hizo con su amado Elías, dos mil años después: “Elías era tan humano
como cualquiera de nosotros; sin embargo, cuando oró con fervor para que no
cayera lluvia, ¡no llovió durante tres años y medio! Más tarde, cuando volvió a
orar, el cielo envió lluvia, y la tierra comenzó a dar cosechas.” (Santiago
5:17,18 NTV)
Oración:
Padre
eterno:
¡Gracias,
gracias sin fin, Señor, por haberme tenido por fiel y ponerme en una posición
de liderazgo en tu obra! Ayúdame a terminar con gozo la carrera espiritual que
he emprendido. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Cuando trabajas
para JESÚS y te esfuerzas en Su gracia, la palabra “renuncio” no existe.
Interacción:
¿Qué te dice Dios
hoy por medio de su Palabra?
Y en respuesta a
ello…
¿Qué le dices tú a
Él?
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