martes, 18 de febrero de 2025

EL PASTOR DE LA IGLESIA TRIUNFANTE

Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
MIÉRCOLES, 19 de febrero de 2025
Lectura devocional: Hechos 20: 17-32
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
—Hechos 20:24 (RV60) 

EN 1976, CON DOS AÑOS DE SERVICIO AL FRENTE de mi primer pastorado, fui con mi hermano, consiervo y amigo David Vera a un Congreso de pastores nacionales mexicanos en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, México. En aquel Centro de Entrenamiento Continental de la Cruzada Estudiantil y Profesional Para Cristo (actualmente CRU). Se oraba ininterrumpidamente las 24 horas del día. A David y a mí, nos pusieron a orar a las cuatro de la mañana, nos levantamos y nos fuimos a orar por una hora. En nuestro primer turno, hacía frío. 
 
​En aquella madrugada, nos correspondió estar al lado de un hombre, plantado de rodillas que ya estaba sudando. David, que conocía aquel lugar, me dijo en voz baja: — Ese hermano es catedrático de la universidad. Me correspondía orar al lado de aquel hombre. Hubo cosas que aquel hombre me enseñó porque oraba y en su clamor decía una y otra vez: “¡SEÑOR, enséñame a lavar los pies de tus amados pastores​ que sirven en tu Reino, con la oración! Salí de aquel evento de regreso a Venezuela con una resolución  y por el camino le dije a David Vera: —“Desde esta semana haré dos cosas como mi prioridad en la obra del SEÑOR: ¡Orar y a lavar los pies de los siervos de DIOS al orar por ellos”! En verdad: ¡A eso me he dedicado, desde entonces!
 
Mi tema en esta oportunidad es escribir sobre algunas cualidades del pastor de una iglesia triunfante. Como todas estas perlas del alma, me salen del corazón. No pretendo haber aprendido todo lo que encierra el llamado, la pasión y el gozo de servir en toda la extensión del Ministerio Pastoral. Me acerco al tema del pastorado en una iglesia local del Reino de DIOS, no desde la teoría, sino desde las ideas prácticas de más de cincuenta años en primera línea de servicio en el Reino de DIOS.
 
El mismo Apóstol es el ejemplo clásico de pastor de una iglesia triunfante en la lectura devocional de hoy: (Hechos 20: 17-32, RV60). ¡Desde luego nadie como el apóstol Pablo para cualquier ministerio en el Reino! Tanto Pablo como Pedro, escribieron sobre los requisitos: He aquí algunos del candidato a ser pastor de una iglesia triunfante:
·      Ser de ejemplo constante: “Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia”. v.18.
·      Tener un carácter marcado por la compasión y el servicio al pueblo de DIOS: “sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos”. v.19
·      Darse “Sin reservas, sin lamentaciones y sin vuelta atrás” W. Borden. “y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas”. v.20
·      La evangelización y el discipulado intencional para alncazar a los perdidos: “Tesficando solemnemente, tanto a judíos como a griegos”. v.21
·      Llenos del Espíritu Santo como guía y poder, en medio del sufrimiento y las diversas pruebas. vs.22,23.
·      Un carácter Cristocéntrico: “Pero de ninguna cosa, hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo”. V. 20ª. 
·      Fidelidad al SEÑOR JESUCRISTO: “con tal que acabe mi carrera con gozo y el ministerio que recibí del Señor Jesús”. V.20b.
·      Firmeza en esa fidelidad y una sola dirección en la vida “bíos”: “para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. V. 20c.
·      Una disposición de pagar nuestra deuda de ayudar a salvar a este mundo perdido, dando cuenta de su mayordomía de gratitud con el SEÑOR: “Estoy limpio de la sangre de todos”.  (no me siento responsable por ninguno de ustedes porque me he entregado en cuerpo y alma). 
 
Finalmente, el pastor de una iglesia triunfante: Debe anhela y poseer el empoderamiento espiritual que lo llene y apasione dado por el SEÑOR JESÚS: Debe subir al púlpito, y de cada acción que haga en el servicio del pueblo de DIOS, porque no sabe, ¿quién vendrá a oírlo? ¿Quén lo estará mirando? ¿Vendrá otra  vez?...Esto significa dar lo mejor de nosotros y prepararnos para representar a Quien nos salvó, nos edificó y llamó a Su ministerio: El SEÑOR JESUCRISTO.
 
Se llamaba Joe DiMaggio (1914-1999). Cuando empecé a oír y conocer acerca del béisbol, ​también empecé a admirar  a los jugadores favoritos de aquellos años, entre ellos a Joe DiMaggio, en realidad nunca lo vi jugar en vivo; pero ha sido llamado el más grande de los jugadores de los Yanquis de Nueva York. Aunque ya era un campeón, sus compañeros de equipo y entrenadores lo admiraban porque para cada juego, Joe, se esforzaba como si fuese un novato: —¿Por qué te entrenas tan duro: Él respondía: —¡Quizá esta sea la primera vez que alguien viene a verme!...
 
Como pastor de la iglesia triunfante, nunca sabré cu​ando será la primera o última vez que alguien escuchará la Palabra de DIOS  predicada o enseñada por mí, porque el Espíritu Santo, lo traerá para oírme.​.. ¡No puedo fallarle a DIOS!: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”. (1 Timoteo 1:12, RV60).
 
¡Adelante, siempre adelante!
 
LA IGLESIA ES UN REFUGIO
Francisco Aular
El que anuncia estas cosas
 dice: «Les aseguro que vengo pronto».
¡Así sea! ¡Ven, Señor Jesús!
(Apocalipsis 22:20, TLA).
 
La iglesia es un refugio
Del mundo y la tempestad
Allí, todo es voluntario…
Andamos en libertad.
Recordando al SEÑOR
Sus palabras al ordenar:
“Amaos unos a los otros”…
“Mi Palabra: ¡Predicad!”
—“¡Vengo pronto!” Dijiste,
Una orden: “¡Esperad!”...
¡Pronto vendré con las nubes!
Y la trompeta: ¡Escuchad!
Cuiden siempre a su pastor
Y su conducta: ¡imitad!
Lo puse para cuidarlos
Y él cuenta: ¡Me dará!
Que los proteja del mundo
Que los separe del mal…
La iglesia es un refugio
Del mundo y la tempestad.
 
Cochrane, 18 de febrero 2025
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