viernes, 20 de septiembre de 2024

LA BIBLIA: SU PODER MULTIPLICADOR

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
faular@hotmail.com
SÁBADO, 21 de septiembre de 2024
Lectura devocional: 
LA BIBLIA: SU PODER MULTIPLICADOR
Ellos objetaron:
—No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.
—Tráiganmelos acá —dijo Jesús.
Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, quienes los repartieron a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
—Mateo 14:17-21 (NVI)

LOS DISCÍPULOS DEL SEÑOR, tuvieron que quedar muy impresionados con este otro milagro multiplicador de DIOS. Esta multiplicación de los cinco panes y dos pescados para alimentar a cinco mil personas “sin contar a las mujeres y los niños”, es relatada por los cuatro autores de los Evangelios. ¡DIOS es capaz de superar todos los obstáculos humanos por grandes que estos sean! ¡DIOS es extraordinario; pero muy a menudo utiliza a personas ordinarias para ser parte de Sus hechos poderosos. 

Aquí un niño al igual que su madre que le preparó su comida fueron usados para traer bendición para otros. ¿Qué hubiera pasado si aquel niño no comparte su comida? Esta ilustración del poder multiplicador de DIOS, no tuviera la relevancia de esta historia, ni tampoco el asombro resultado final: “Todos comieron hasta quedar satisfechos y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron”. (Mateo 14:20,NTV). 

Aquí, entusiasmado por todas las enseñanzas que tiene este pasaje, pienso en aquel niño. Con esas huellas imborrables que quedan en nuestra niñez…Me lo imagino, llegando a su casa: —“¡Mami! ¡papí! ¡ Un Señor llamado JESÚS -que algunos dicen que es el Mesías, el Salvador, le dí mi almuerzo que llevaba en el morral! ¡Alimentó a la multitud que estaba allí! ¡Sobró un montón de comida de tal manera que traigo mi morral lleno y les traigo para que ustedes coman también!”...

Hoy vengo delante de ustedes para que escuchen nuevamente, el efecto multiplicador de la Biblia, en mi experiencia de conversión del Evangelio. Guardo, de mi experiencia personal, una ilustración de lo que es la Biblia, lo que hace, y lo debemos hacer con ella. Estoy seguro de que muchos de ustedes tendrán su propia experiencia de lo que la Biblia ha hecho por ustedes, para ustedes, con ustedes, y en ustedes. 

Yo tenía 16 años, vivía con mis padres de crianza y otros familiares. Recuerdo muy bien, que DIOS me había dado demostraciones desde mi niñez de Su amor, Su gracia y misericordia; pero yo, no abría la puerta de mi corazón para seguir a Su HIJO JESÚS. Sin embargo, DIOS siguió insistiendo conmigo. Yo era un religioso de la religión popular de mi país. Tanto que en la llamada Semana Santa de 1963, no fui a la playa con mi familia. Me quedé solo en aquella casa enorme. Así el 11 de abril de 1963 -jueves santo por cierto- ¡El Espíritu me trajo una sed por leer la Biblia en aquel día!

¿Cómo encontré la Biblia? Hacía unos cuántos ​meses que el esposo de mi prima Miguel Romero, quien era maestro de construcción y tenía otros albañiles que le ayudaban. Llegó un viernes por la tarde a nuestra casa, todos estábamos reunidos después de la cena, y llegó Miguel, metió la mano en su equipaje de trabajo y dijo: —“Miren, lo que me regaló, un loco evangélico que trabaja conmigo: ¡Una Biblia! La lanzó a la mesa. Si algo tenía yo desde niño era respeto por la Biblia, aunque en verdad, no la había leído. Así cuando terminamos, la conversación. Tomé en mis manos la Biblia, y la coloqué en un estante que teníamos para libros en el comedor. Por eso, cuando DIOS tocó mi corazón, fui y la encontré, la abrí y vi en letras muy rústicas, la dedicatoria con el nombre de mi primo, era la Biblia Reina Valera 1909 .

Han pasado más de sesenta años desde aquel día y la obra iniciada por aquella Biblia, sigue trabajando en mí. Allí está demostrado el Poder de DIOS y el de Su Palabra, la Biblia. Recuerdo muy bien que en aquella mañana, leí todo el Evangelio de Juan, subrayé en un cuaderno algunos capítulos y versículos que me llamaron la atención. En la tarde regresé al capítulo 17, la oración sacerdotal de JESÚS, ora por Él al PADRE para que le regrese Su gloria, ora por Sus discípulos presentes allí en el Aposento Alto, y luego ​oró por Sus discípulos. 

Entonces mis ojos me llevaron al versículos 20: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. Yo estaba en lo que llamamos la convicción que produce el ESPÍRITU SANTO: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio". (Juan 16:8) Una iluminación especial vino sobre mí cuando repasé una vez más el versículo... “sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. En ese momento me dije: ¡Yo estuve en la oración del SEÑOR, allí en aquella noche antes del Calvario! Aquel descubrimiento fue y todavía es demasiado para mí. ¡Allí mismo confesé mi pecado, me arrepentí y empezó mi Vida Eterna "Zoé"...

A veces, me he preguntado: ¿Quién sería aquel “evangélico loco” como lo describió mi primo que le regaló la Biblia? ¿A qué iglesia iría él? ¿Cuánto le costó la Biblia, comprada con un salario tan bajo? Y así poco a poco he ido yendo al pasado sobre ¿cómo nos llegó la Biblia? ¿Cuántos murieron en el camino de su fe para que aquella Biblia estuviera en la manos de ese albañil? ¿Quién le aconsejó que le regalara la Biblia a mi primo? Desde luego, no tengo la​s respuesta​s. Solamente puedo decir con humildad pero también con sinceridad. Aquella​ Biblia, no ​era para mi primo, sino para mí. Imposible responder también, el número de amados que han venido al SEÑOR, simplemente por que en una tarde un humilde albañil, le regaló una Biblia a su jefe. 

En esta hora conmovido y con lágrimas de gratitud, digo: ¡Gracias mi hermano en CRISTO y albañil de profesión por poner en movimiento el efecto multiplicador de la Biblia! Sin duda la obra de DIOS es desafiante, como lo dijera Guillermo Carey: “Emprender grandes cosas para DIOS, y esperar grandes cosas de DIOS, ”.

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
PADRE ETERNO:
Sigo aferrado a Tu Palabra, en el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Hagamos la obra de DIOS, esperando que Él l​a haga a través de nosotros.
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