Muy amada familia de perlistas:
En mi responsabilidad de haber sido llamado a extender el ministerio de la “locura de la predicación” a través de escritos devocionales de mi experiencia de más de 60 años en el Reino de DIOS, y las agencias de salvación de las iglesias locales de esta generación, desde el 2007. Escribo con gozo y pasión. Lo hago siguiendo a 1 Pedro 3:15: “Al contrario, honren en su corazón a Cristo, como Señor, y manténganse siempre listos para defenderse, con mansedumbre y respeto, ante aquellos que les pidan explicarles la esperanza que hay en ustedes”. ¡Lo repito, no me glorío de mis 60 años en el SEÑOR, sino de Su misericordia conmigo y todos los pecadores como yo! ¡Gracias al SEÑOR JESUCRISTO, por aquí estamos y seguiremos!
Quiero decirles que hace siete días, se me presentó un episodio con mi salud y fui hospitalizado. ¡En el hospital, me atendieron de lo mejor y pude testificar acerca del amor de DIOS, a médicos, enfermeras y técnicos! Una de las enfermeras de Filipinas, de nombre Marjorie me empezó a llamar “Papa”…Y así me quedé. Creo que ella entendió que la predicación del Evangelio está llena del amor del PADRE hacia los seres humanos.
El domingo pasado 18 de febrero, me dieron de alta, y llegué a la casa y aquí estoy rodeado de la atención de amada esposa Mary, hijos y nietos…¡Gloria a DIOS! Ayer aquí en la Provincia de Alberta en donde vivo, se celebraba el “Día de la familia”. ¡Y pasamos como familia ese día con ese calor humano que tanto nos ayuda con nuestra salud física y espiritual!
También quiero que sepan que agradezco el precioso y poderoso regalo de sus oraciones por mí. ¡Ustedes clamaban ante el Trono de la gracia y yo estaba en medio recibiendo la recuperación de mi vida “bíos” y en el poder de la Vida Eterna “Zoé” que solamente por la gracia de DIOS, poseo! ¡Esas oraciones fueron recibidas por el PADRE, y aquí estoy como dice el versículo: “Dios abre heridas, pero también las sana; hiere tu cuerpo, pero te devuelve la salud.” (Salmos 103:3, RVC).
¡Gloria y más gloria al SEÑOR!
¡Aquí me quedo! Les avisaré cuando podré continuar buscando en los archivos o escribiendo a Perlas de Alma.
¡Les reitero a los que oraron, la mayordomía de mi gratitud por ello!
¡Adelante, siempre adelante!
Su pastor y amigo de siempre.
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