jueves, 10 de diciembre de 2020

Navidad: ¡DIOS ha hablado! (1-2)

Francisco Aular

perlasdelalma@gmail.com

Lectura devocional: Hebreos 1:1-4

Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. Dios le prometió todo al Hijo como herencia y, mediante el Hijo, creó el universo. Hebreos 1:2 (NTV)

 

“Venid, pastorcillos, venid a adorar,

Al Rey de los cielos que nace en Judá.

Sin ricas ofrendas podemos llegar,

Que el niño prefiere la fe y la bondad”.

(HB #81, CBP, El Paso, USA)1978.

 

La Navidad está llena de recuerdos imborrables, en mi espíritu, alma y cuerpo. Sin embargo, estoy asombrado que una sociedad secular y global como en la que estamos viviendo, no haya sido capaz de acabar con el amor, la fe, la esperanza, y aún la ilusión de estas fechas. El SEÑOR nos dijo que no solo de pan y delbienestar material vivirá el ser humano. Porque el ser humano además de cuerpo y alma, es también espíritu, y por eso, aunque sea de manera superficial, necesita alimentarse de una fiesta del espíritu, como lo es la celebración de la verdadera Navidad. La Navidad nos lleva al relato bíblico y nos pone en contacto con los secretos de DIOS para salvar al pecador y volverlo a una relación con Él.

 

Verdaderamente, en Navidad: ¡DIOS ha hablado! Y nos sigue hablando. En efecto, cada año al llegar diciembre, los relatos de la Palabra de DIOS sobre la Navidad desfilan ante nosotros con todo su contenido espiritual, humildes y verdaderos. Si tuvimos el privilegio de venir al mundo en un hogar en donde la Biblia ocupaba su verdadero lugar, entonces, estamos familiarizados con esos relatos desde que tuvimos conciencia, y los recordaremos años tras años, contándolos a nuestros hijos y nietos; esos relatos son seguros, aleccionadores e inmortales, ente los más resaltantes encontramos: la aparición del ángel Gabriel al sacerdote Zacarías, anunciándole que Elizabet –tan anciana como él-, les nacería un niño y que su nombre sería Juan; luego  el nacimiento de Juan el Bautista, el niño prometido; enseguida el fascinante mensaje de DIOS a través del ángel Gabriel a María: “¡El SEÑOR está contigo, que eres la más bienaventurada sobre todas las mujeres!”, anunciándole que quedará embarazada en forma milagrosa, y dará a luz un niño al cual llamaría JESÚS; el sueño de José confirmando que un milagro había ocurrido en el seno virginal de María; el nacimiento de JESÚS en un lugar de pobreza extrema, un sucio pesebre;  la vigilia de los pastores cuidando sus rebaños, y de repente la aparición de los ángeles que no pudieron callar el Nacimiento de JESÚS, y alabaron a Dios, diciendo: 

“¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14); el asombro y gozo de los pastores al verificar la realidad de la noticia y de las profecías; la circuncisión de JESÚS; el descanso definitivo del anciano Simeón porque el Espíritu Santo le había revelado de que no moriría sin tener en sus brazos al Mesías prometido; y las acciones de gracias de Ana, la ancianita que permanecía en el templo desde hacía ochenta y cuatro años, orando y ayunando en espera del Mesías; la estrella con su fulgor que apareció en el cielo para guiar a los sabios que vinieron desde lejanas tierras para adorar a JESÚS; la matanza de los niños decretada por el rey Herodes; la huída a Egipto, y el posterior regreso a Jerusalén; y después, vemos al niño JESÚS, en la aurora de su ministerio: 

“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba 

de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él”

 (Lucas 2:40 RV60). 

 

¡Lo siento mis amados, si celebrar este acontecimiento no cabe en su teología, cámbiela por favor; pero en mi caso, tengo tantos años: oyendo, leyendo, estudiando, investigando, meditando, y predicando sobre esta historia; y en este momento, mis ojos se llenan de lágrimas de gozo, de fe, de esperanza y amor! En Navidad: ¡DIOS ha hablado! ¡Qué bella historia!

 

Recibamos la buena noticia que celebramos en estos días, y digamos con gozo espiritual: ¡Feliz Navidad! Porque en ¡Navidad: DIOS ha hablado!

Oración:

PADRE ETERNO:

¡Gracias por darnos esa primera Navidad! Ayúdame a contar otra vez, esa bella historia; que no me pierda nada más en la celebración, sino en ver al Celebrado, y darle un lugar en el pesebre de mi corazón; darle las gracias, por la fe, el amor y la esperanza en Él. En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

Navidad es una fiesta del espíritu, en donde JESÚS ha entrado dándole vida en abundancia.

Interacción:

¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra? 

¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?

¿Existe una lección por aprender?

¿Existe una bendición para disfrutar?

¿Existe un mandamiento por obedecer?

¿Existe un pecado por evitar?

¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

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