Francisco
Aular
faular
@hotmail.com
Lectura devocional:
Hay algunos que escuchan el mensaje
del reino de Dios, pero como no lo entienden,
el diablo viene y hace que lo olviden.
Estos son como las semillas que
cayeron junto al camino.
Mateo 13.19 (LBLA)
Sembrando
la Palabra de Dios
“A través
de Cristo, Dios en su gracia está edificando un reino de personas redimidas,
para gozo de ellas y para gloria de Él”. Así lo afirma el teólogo Kendel Easley
en su libro: Guía Hollman ilustrada de Historia
bíblica, es un estudio del Reino de Dios, a través de la Biblia. Ciertamente,
por la gracia de Dios hemos recibido por la fe en JESÚS, entrada al reino de
Dios. ¡Al percibir y disfrutar el regalo del amor y la paz de Dios, nos
sentimos impulsados a comunicar la Buena Noticia a otras personas! Así nos
convertimos en sembradores de la Palabra de Dios. Contribuyendo para la
extensión de reino de Dios aquí en
la tierra, desde el ahora hasta la eternidad futura. Podemo apreciar esta
verdad al estudiar las parábolas del evangelio relatadas por JESÚS. Entre
ellas, el relato titulado “Parábola del sembrador”, aunque en realidad sería
mejor enfocarla sobre el tema de la semilla del reino que es la Palabra de Dios
y las reacciones de los distintos tipos de terrenos (corazones) en donde la
Semilla bendita es sembrada. Esto lo vemos claramente en el Evangelio de Mateo
capítulo 13: 1-23.
La semilla
y señor corazón cerrado
Una de las
verdades del evangelio es que debemos llevarlo a todos, pero no todos lo
creerán “son como las semillas que cayeron junto al camino”. Hoy tengo muchas
ventajas al haber nacido en un campo, vi a mi padre, labrar la tierra pero
también lo vi abrirse camino en medio de un bosque hacia una toma de agua por
ejemplo, al principio el sendero es blando, pero a medida que es pisado se
convierte en un camino y si muchos van por allí, surgían los caminos reales,
cualquiera puede saberlo porque están duros y sería imposible esperar de ellos
que produzcan algo, si cayera en ellos alguna semilla. De igual manera, así
eran algunos caminos del tiempo de JESÚS. En efecto, el oyente representado por
el suelo junto al camino lo personalizo llamándolo: el señor corazón cerrado:
“Y
mientras sembraba, parte de la semilla
cayó junto al camino; y vinieron las
aves
y la
comieron” (Marcos 13:3)
El lema
del señor corazón cerrado: “Si lo veo lo creo”
En mi ya
larga experiencia evangelizadora me he tropezado con el “señor corazón cerrado”
varias veces, en cuyos corazones la Palabra del Señor que es sembrada, no
crece. Son indiferentes y pareciera que su lema es: “Si lo veo lo creo” pero en
el vocabulario de Dios, es diferente “Si lo crees lo ves”, únicamente cuando
creo en lo que me dice la Palabra de Dios puedo ver, se me quitan las vendas de
los ojos y brillan en mi alma: la fe, la esperanza y el amor. El “señor corazón
cerrado” es insensible y por eso la Biblia dice que están: “muertos en sus
delitos y pecados” (Efesios 2.1-2) JESÚS, explicó:
"Hay algunos que escuchan el mensaje
del reino de Dios, pero como no lo entienden,
el diablo viene y hace que lo olviden.
Estos son como las semillas que
cayeron junto al camino.
Mateo 13.19 (LBLA)
¿Existe
esperanza para el señor corazón cerrado?
Ahora
bien, me he encontrado al “señor corazón cerrado” en varios lugares, pero por
increíble que parezca me los he encontrado en las iglesias. ¿Por qué vienen a
oír, si el mensaje de la Palabra nunca entra en el corazón? ¿Hay esperanza para
el “señor corazón cerrado”? Sí las hay. Todavía recuerdo a uno de ellos,
domingo tras domingo, venía a dejar a su familia en nuestro templo y se iba de
retorno a sus actividades dominicales, algunas veces cuando le invitaba tenía
excusas variadas para no dejar entrar la Palabra en su corazón. Pero un día
aquel hombre trajo a la familia, y se quedó detrás de la ventana del templo
para escuchar el mensaje. Así lo hizo varios domingos. Al final de mis mensajes
siempre doy oportunidad a las personas para hacer alguna manifestación de
obediencia a la Palabra de Dios, y les he pido un paso al frente, ese domingo y
ante el asombro de todos, aquel “señor corazón cerrado” pasó al frente y aceptó
el regalo de la vida eterna en JESÚS. Aquel corazón cerrado se abrió para DIOS.
Llegó a ser un miembro responsable y líder de la iglesia, un padre cristiano
ejemplar y un fiel esposo hasta su muerte. Partió en el SEÑOR con un corazón
productivo para el reino. ¡Alabado sea Dios por Su Palabra viva!
Oración:
Amado PADRE Celestial:
Mi corazón lleno de gratitud viene delante de ti por la semilla
que nos has dado que es tu Palabra y por hacernos sembradores de ella, yo no conozco
el corazón de los seres humanos; pero tú, sí. En obediencia sembraré tu semilla
fielmente y tú las harás prosperar según tu propósito eterno. Dame fuerzas para
no desmayar y entender con toda claridad que el único propósito por el cual me
has dejado en este mundo es para ser un sembrador de tu Evangelio en toda
oportunidad que tú me presentes, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
El cielo se llena de gozo por un
pecador que se arrepiente; pero sin siembra no habrá cosecha.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tus comentarios