Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Apocalipsis
12:1-6
Entonces fui
testigo de un suceso de
gran
importancia en el cielo. Vi a una
mujer
vestida del sol, con la luna
debajo de
los pies y una corona
de doce
estrellas sobre la cabeza.
Estaba
embarazada y gritaba a causa
de los
dolores de parto y de la agonía
de dar a
luz.
Apocalipsis 12:1,2 (NTV)
Israel: ¡Feliz cumpleaños! Hoy
hace exactamente 72 años -14 de mayo de 1948-nace el moderno Estado de Israel.
Si usted es un amante de la historia ya habrá descubierto que Israel, es un
milagro en la Biblia y fuera de ella. ¿Quién la sostiene desde la antigüedad?
¿Qué papel tiene en el devenir histórico de la humanidad? En muchas de sus
respuestas, tendrá que ver si usted cree o no cree en DIOS. Por mi parte, yo
sigo amando a Israel.
¿Por qué
sigo amando a Israel? Israel es el GPS de DIOS en el campo escatógico para
guiarnos en estos últimos tiempos. En efecto, DIOS está obrando,
delante de todos nosotros, reuniendo a su pueblo antes esparcido por todo el
mundo para cumplir su Palabra profética. ¡Israel tendrá un final glorioso
hacia el final de la historia!:
“En aquel día yo convertiré a
Jerusalén en una roca inamovible.”
(Zacarías 12:3 NTV).
¿Por qué sigo amando a Israel? Tal
como lo indica la profesía. Jerusalén hoy y en futuro muy próximo, ¡son
inamovibles! Son muy pesados de mover a pesar de estar rodeados de enemigos que
quieren “borrarlos del mapa”. Sin embargo, no podrán. Como lo afirma, el doctor
ED Dobson, gran especialista en las profecías bíblicas: “La existencia del
Estado de Israel junta la profecía bíblica con la historia moderna, como no se
había visto desde los tiempos del Nuevo Testamento. La reunión de los judíos en
Israel y su existencia como nación es el evento profético más importante desde
que JESÚS ascendió al cielo” (The End, Zondervan Publishin House, 1997, p.44). ¡He
sido testigo del cumplimiento de estas profecías y por eso, amo a Israel! He
visto y seguido la lucha de Israel conscientemente desde 1967, desde la Guerra
de los Seis Días, la cual seguí por radio y la prensa. ¡El triunfo de Israel es
mi triunfo! He visto el asombroso cumplimiento de la profecía del profeta, cuando
anunció:
“Los plantaré firmemente allí en
su propia tierra. Nunca más serán
desarraigados de la tierra que yo
les di”, dice el SEÑOR tu Dios.”
(Amós 9:15 NTV). En efecto, como
lo dijo Zacarías 12:3
“Todas las naciones se reunirán
en contra de ella para tratar de
moverla,
pero sólo se herirán a sí mismas.”
¡Y por lo tanto, será mejor que no se metan ni con los judíos ni tampoco con
nosotros la Iglesia, porque somos uno!:
“No ofendan a los judíos ni a los
gentiles ni a la
iglesia de Dios.”
(1 Corintios 10:32 NTV).
¿Por qué sigo amando a Israel?
Veamos: nuestro pasaje de hoy, nos hace preguntar ¿Quién es esta maravillosa
mujer en el cielo? Comienzo por decirle quien no es. No es la virgen María.
Ciertamente María dio a luz a JESÚS y por ella es “bendita entre todas las
mujeres”, pero una buena exégesis de este pasaje bíblico, y a la luz de toda la
revelación divina, no la describen a ella. Tampoco es la iglesia. Si fuese así,
la mujer da a luz a JESÚS; por el contrario, JESÚS dio a luz a la iglesia. Por
lo tanto, no es la iglesia. Nos queda solamente una verdad, respaldada por una
sana interpretación y de acuerdo a las reglas hermenéuticas: La mujer es
Israel.
En efecto, JESÚS vino de la nación
de Israel. Israel es la “mujer encinta con dolores de parto” El sufrimiento ha
sido una constante de Israel desde su nacimiento como nación:
“Como la mujer encinta se retuerce
y grita de dolor mientras da a
luz,
así estábamos en tu presencia,
SEÑOR.
También nosotros nos retorcemos de
agonía,
pero nuestros sufrimientos no
resultan en nada.
No le hemos dado salvación a la
tierra, ni le
trajimos vida al mundo.” (Isaías
26:17,18 NTV).
Desde luego, Apocalipsis 12:2,
describe el nacimiento del Mesías a través del remanente fiel de Israel.
Ciertamente, con Juan podemos afirmar:
“Aquel que es la luz verdadera,
quien da luz a todos, venía al
mundo.
Vino al mismo mundo que él había
creado, pero el mundo no lo
reconoció.
Vino a los de su propio pueblo, y
hasta ellos lo rechazaron; pero a
todos los que creyeron en él y lo
recibieron, les dio el derecho de
llegar
a ser hijos de Dios.
Ellos nacen de nuevo, no mediante
un nacimiento físico como
resultado
de la pasión o de la iniciativa
humana,
sino por medio de un nacimiento
que
proviene de Dios”. (Juan 1:9-13
NTV). De esta manera, DIOS nos trajo al Mesías, Sus discípulos todos judíos,
nuestra herencia de fe es judeocristiana por todo esto: sigo amando a Israel.
¿Por qué sigo amando a Israel? Un
último pensamiento, los días que vivimos son días peligrosos, estamos
regresando al nazimos y su odio a los judíos. ¿Qué estamos haciendo los
cristianos nacidos de nuevo por Israel?:
“Debido a que amo a Sión,
no me quedaré quieto.
Debido a que mi corazón suspira
por Jerusalén,
no puedo quedarme callado.
No dejaré de orar por ella
hasta que su justicia resplandezca
como el amanecer
Y tu salvación arda
como una antorcha
encendida”.
(Isaías 62:1,NTV)
“Oren por la paz de Jerusalén;
que todos los que aman a esta
ciudad prosperen”.
(Salmo 122:6,NTV)
En Israel hoy, tanto los
israelitas como los palestinos, viven. Oremos por ellos, especialmente los Cristianos
en ambos pueblos que esperan y anhelan el cumplimiento final de las profecías.
Mientras tanto, me viene a la mente, el poema del pastor protestante Martin
Niemüller, -aunque él, sí protestó y estuvo en un campo de concentración-, por
asumir una actitud valiente contra aquella nefasta dictadura de Hitler, escibió
un poema que dice:
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije
nada porque yo no era comunista.
Luego
vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego
vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego
vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego
vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.
¡Que mi silencio no sea cómplice cuando vea la
injusticia hacia mi prójimo!
Lo siento
mucho, no guardaré silencio frente a los enemigos de Israel. Y seguiré dando
las razones -aunque nadie me lo pregunte-, sobre: ¿Por qué sigo amando a
Israel?
Oración:
SEÑOR de los
ejércitos celestiales, aquí estoy frente a tu gracia al contarme por fiel y
ponerme en la posición de ser tu hijo. No me elegiste por ser lo
suficientemente bueno, sino porque en JESÚS, la justicia y la misericordia se
besaron. Ayúdame a proclamar mi amor por lo que tú amas, y rechazar lo que tú,
rechazas. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de
hoy:
La reunión de los judíos en Israel
y su existencia como nación es el evento profético más importante desde que
JESÚS ascendió al cielo.
Interacción:
¿Qué me
dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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