Francisco Aular
Lectura devocional Salmo 137:1-8
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos
al acordarnos de Sión (…) ¿cómo cantar las canciones del Señor en una tierra extraña? Salmo 137:1,4 (NVI)
Hace
algunos años, mi amigo el rabino Pynchas Brener de Caracas, nos compartía, la
siguiente ilustración: Después de escuchar a su abuelo contar la historia del
Holocausto judío, de cuyos horrores era un sobreviviente, el niño le preguntó:
“¿Abuelo, nosotros somos el pueblo escogido de Dios?” “Sí -le respondió el
abuelo-“. Entonces el niño con ese brillo de la inocencia en sus ojos, afirmó:
“¿Por qué Dios no escogió a otro pueblo?”...
En efecto,
Dios es el autor de todos los grupos étnicos y lenguas y delegó su autoridad
para mantener a la sociedad en orden, al hogar, al estado, a los gobiernos y a las escuelas. Así,
la historia de la humanidad, formó, bajo la soberanía divina, a las diferentes
naciones, sin embargo, escogió guardarse para sí una nación, con la cual ha
tratado a través de los siglos: Israel. En el desarrollo de la historia de la
salvación, el pueblo judío juega un papel importantísimo, en realidad, desde el
mismo inicio de la historia, como la conocemos; así será hasta el final. Desde
la venida de JESÚS, todos los cristianos nacidos de nuevo –tanto judíos como
gentiles- formamos ahora la Israel espiritual, la Iglesia integrada por ambos
pueblos: “Porque él es nuestra
paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación.” (Efesios 2:14). En efecto, en Cristo-JESÚS, se ha formado una
nueva relación, en donde tanto judíos como gentiles hemos nacido de nuevo, y
ahora somos parte de la Iglesia triunfante, la Esposa del Rey de reyes y Señor
de señores para siempre en la Patria Celestial. ¿Cómo puede ser esto? El
Apóstol los describe como un poder divino, benéfico y eterno, del cual no
debemos avergonzarnos: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder
de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también
al griego.” (Romanos 1:16, RV60).
No hay que
olvidar que todavía, nosotros estamos en la era prsente. Somos cristianos
nacidos de nuevo, y el concepto de patria terrenal es importantísimo. Esto lo
apreciamos mejor en el texto de hoy del Salmo 137 tenemos aquí una poesía que
es una oda a la patria, es un lamento del alma, allí respiramos la nostalgia de
la patria lejana, el gemido del que ha sido despojado por la violencia de sus
hogares y de su nación; vemos el lamento de los de los que han salido al
exilio, esperando volver. Ellos habían presenciado los horrores de sus
compatriotas asesinados en las calles y en las plazas; sus esposas y hermanas
violadas y sus hijos degollados; la barbaridad de ver a su amado templo
destruido y los muros de Jerusalén derribados. A los más jóvenes se los
llevaron cautivos, dejando ellos en el suelo patrio a sus seres amados. Sin
duda, por el camino, de sus gargantas sollozantes, salían las hermosas
canciones que desde la niñez solían cantar en sus hogares, en el trabajo y en
el templo. Pero llegó el momento de guardar silencio, en medio de las burlas de
sus opresores “sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas, y los
que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían
desolado nos pedían alegría diciendo, diciendo: Cantadnos algunos de los
cánticos de Sión. ¿Cómo cantaremos cantos de Jehová en tierra de extraños?”
(Salmo 137:2-4, RV60).
Así aprendemos,
que la patria es el lugar en donde tuvimos el amor de nuestros padres, abuelos
y otros familiares que iluminaron nuestro andar en la inocencia. Patria es
recordar lo que nos fascinó en otro tiempo, que enardeció nuestro corazón al
escuchar el nombre de nuestros héroes y sus esfuerzos por darnos una
nacionalidad; el sollozo en nuestras gargantas al cantar la canción nacional,
mientras los colores de nuestra bandera tremolaban en el viento. Patria son los
valores que nos enseñaron nuestros padres y abuelos: El temor y obediencia a
Dios, el agradecimiento, la amabilidad, el valor de la amistad, el amor al
prójimo, la conciencia del deber, el coraje cívico, la cortesía, el respeto a
los demás y a nosotros mismos, la educación, la compasión, la importancia de la
iglesia y apoyo a sus planes, los momentos de felicidad y esperanza; en fin,
todo lo bueno, lo puro y lo noble.
Mi familia y
yo, hace 25 años que vinimos a una nueva patria, Canadá, que abrió sus brazos
para recibirnos. Por aquellos días, -a principios de diciembre de 1990-, de la
habitación de mi hijo mayor, Daniel, salieron las notas de una canción que oí
por primera vez; mi corazón se llenó de recuerdos mientras la oía y las
lágrimas fluyeron sin esfuerzo alguno. El autor de la canción es el panameño
Rubén Blades. En ese entonces, Panamá estaba bajo la dictadura y el autor está
conmovido. Confieso que moriré, recordando a la patria lejana, no con un
sentimentalismo vago, sino como el que sueña que tarde o temprano ¡florecerá la
esperanza y afinaremos el arpa, el cuatro y las maracas, y volveremos a cantar!
En momentos
como estos, el alma se quebranta y quejumbrosa ora a Dios, porque nuevamente la
patria sea como lo dijera don Rómulo Gallegos en Doña Bárbara: “Tierra ancha y tendida, toda horizontes como la
esperanza, toda caminos como la voluntad. Tierra propicia para el esfuerzo,
como lo fue para la hazaña, tierra de horizontes abiertos, donde una raza
buena, ama, sufre y espera”. ¡Eso y mucho más es patria!
Patria
Ruben Blades
Hace algún tiempo
me preguntaba un chiquillo
por el significado
de la palabra patria
me sorprendió con su pregunta
y con el alma en la garganta
le dije así: Flor de barrio, hermanito
Patria, son tantas cosas bellas
como aquel viejo árbol
que nos habla y renueva
como el cariño que guardas
después de muerta la abuela
Patria son tantas cosas bellas
son las paredes de un barrio
de su esperanza morena…
Es lo que lleva en el alma
todo aquel cuando se aleja
son los mártires que gritan
bandera, bandera, bandera,
me preguntaba un chiquillo
por el significado
de la palabra patria
me sorprendió con su pregunta
y con el alma en la garganta
le dije así: Flor de barrio, hermanito
Patria, son tantas cosas bellas
como aquel viejo árbol
que nos habla y renueva
como el cariño que guardas
después de muerta la abuela
Patria son tantas cosas bellas
son las paredes de un barrio
de su esperanza morena…
Es lo que lleva en el alma
todo aquel cuando se aleja
son los mártires que gritan
bandera, bandera, bandera,
bandera
No memorices lecciones
de dictaduras o encierros
la patria no la define
los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento
en la mirada de un viejo
son la entera primavera
No memorices lecciones
de dictaduras o encierros
la patria no la define
los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento
en la mirada de un viejo
son la entera primavera
brisa de hermanita nueva
te contesto, hermanito,
te contesto, hermanito,
Patria son tantas cosas bellas
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Creador de todo cuanto existe visible
e invisible, haz que llegado el día cuando las naciones desfilen delante de ti,
mi patria esté allí. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Patria
es el lugar en donde Dios nos puso para influir, para impactar y para cambiar.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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