Francisco Aular
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo. 1 Corintios 13:7 (La Biblia traducción actual)
“¡Pastor, es imposible que Dios mande a que amemos a nuestros enemigos; y si esto es así, el cristianismo no es para mí!”, exclamó la nueva creyente en la puerta del templo, como respuesta a una predicación que yo terminaba de exponer. La verdad es que uno se sorprende con las distintas respuestas que los seres humanos damos a la Palabra de Dios, sin embargo, Dios no nos ha dado autoridad para rebajar su propuesta, porque Él está hablando de un amor sobrenatural: Su amor. Un amor sin límites. En efecto, el amor de Dios es sacrificial. La prueba de su amor es el Regalo de su Hijo y su Salvación. Es un amor que ningún ser humano puede ganar por sus esfuerzos, en cambio, JESÚS se dio por nosotros los pecadores porque nos amó: “Nosotros le amamos a Él porque Él, nos amó primero” (Juan 4:19. RV60). “Y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y que por su sangre nos ha librado de nuestros pecados” (Apocalipsis 1:5. NVI).
Nuestro versículo de hoy, nos dice:“El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo”, claramente, y sin dejar dudas, Dios nos ordena a los cristianos nacidos de nuevo, que mostremos su amor sin límites frente a cualquier situación que se nos presente, pero Dios sabe que un amor así es imposible que un ser humano lo exprese por su propia fuerza, por lo cual hizo algo más, al momento de nuestra conversión, Él derramó su amor en nosotros por el poder de su Espíritu Santo: “…porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado” (Romanos 5:5. NVI).
Dios no es injusto para pedirnos algo que no podamos hacer, por eso, nos da para que nosotros demos. Si nosotros somos incapaces de mostrar el amor de Dios es porque no lo tenemos, y si no tenemos ese amor en nosotros es porque no somos hijos de Dios, y se hace necesario que nazcamos de nuevo: “Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:7,8. NVI). ¡Todo lo podemos hacer cuando el amor de Dios vive en nosotros, porque es un amor sin límites!
Oración:
Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tú moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.
Perla de hoy:
¡Todo lo podemos hacer cuando el amor de Dios vive en nosotros, porque es un amor sin límites!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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