sábado, 5 de abril de 2025

"MAESTRO SE ENCRESPAN LAS AGUAS" (2-3)

SELECCIONES
Perlas del Alma
Francisco Aular
SÁBADO, 5 de abril de 2025
Lectura devocional: Marcos 4:35-41
Versículos de hoy:
Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma. Luego él les preguntó: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Marcos 4:39,40 (NTV)

¡NO ESTAMOS SOLOS  en la travesía de nuestras vidas! ¡Por la fe sabemos y creemos las promesas de la Palabra de DIOS! ¡JESÚS, no promete evitarnos las tormentas de la vida, pero sí nos asegura que Él va con nosotros! ¡Su poder y Su gracia actúan a nuestro favor, sobre todo en los momentos más difíciles de nuestras vidas! En efecto, el hecho de ser creyentes no nos proporciona una ventaja frente a las tempestades de la vida como alguien dijo: “Sin embargo, una tormenta con CRISTO es mucho mejor que una calma sin Él”.

 

El himno que hemos estado mencionando “Maestro se encrespan las aguas” de Mary A. Baker, música de H.R. Palmer y la versión en español de poeta mexicano, Vicente Mendoza. El himno refleja esta verdad bíblica: Los hombres y mujeres de DIOS, sufren, enfrentan problemas de salud, y al igual que todos los seres humanos: moriremos. 

 

En consecuencia ¡Ese cristianismo de gracia barata y mentiroso, diluido por los predicadores estafadores, no es bíblico!  Un himno como “Maestro se encrespan las aguas”… No se oirán en su espectáculo sobre la prosperidad entendida como el mismísimo diablo la ofrece. Desde luego, DIOS en Su bondad nos bendice a algunos con bienes materiales pero la riqueza de nuestra fe, es la salvación eterna, la Vida Zoé, desde luego, el SEÑOR nos llevará “de triunfo en triunfo y de victoria en victoria”. 

 

Por otra parte, la Biblia nos habla continuamente de nacimientos, desarrollo del ser humano, el llamado de DIOS a servirle, la enfermedad y la muerte. Sin embargo, la muerte de cristiano es la llegada de la plenitud de Su vida Zoé, y el SEÑOR nos garantiza, Su misma resurrección, como lo prometió en Juan 11:25,2​6:

Entonces Jesús dijo:

—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto?”.

 

“¿Crees esto?” —Preguntó JESÚS a Marta, las maravillas ocurren cuando creo. Por ello, las personas sin CRISTO dicen: “¡Si lo veo lo creo!”¡Nosotros los cristianos nacidos de nuevo, afirmamos: “¡Si lo creo lo veo!”… Marta respondió: Marta dijo:

—Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo”. (Mateo 11:27).

  Es cierto que nuestro DIOS en ocasiones y con un propósito, nos salva y sana; ¡pero no escaparemos del sufrimiento y la muerte! Como decía el amado Dr. Billy Graham, ya anciano: “No le temo a la muerte, pero me preocupa el proceso”. El SEÑOR, se lo llevó a Su presencia mientras Billy Graham, dormía.

 

En cuanto al sufrimiento y fe, en cuanto a la salud, he pasado por muchas pruebas desde niño, pero en medio de mi angustia, el sentimiento de soledad en medio de la “cruel tempestad” el SEÑOR, se me ha mostrado que Él estaba a mi lado, y que las oraciones de mis amados que se elevaban delante del Trono de DIOS,  Él en Su bondad infinita, las oyó e hizo la obra. Ese es el mensaje de la segunda estrofa del himno “Maestro se encrespan las aguas”. Como bien lo dice el poema:

 

“Maestro, mi ser angustiado,

Te busca con ansiedad,

De mi alma, en los antros profundos,

Se libra cruel tempestad.

Pasa el pecado a torrentes;

Sobre mi frágil ser,

Y perezco, perezco Maestro,

¡Oh, quiéreme socorrer!

CORO:

Los vientos, las ondas oirán tu voz:

Sea la paz, sea la paz.

Calmas las iras del negro mar;

Las luchas del alma las hace cesar,

Y así la barquilla do va el Señor,

Hundirse no puede en el mar traidor.

Doquier se cumple tu voluntad:

Sea la paz, sea la paz.

Tu voz resuena en la inmensidad:

Sea la paz”.

 

Ciertamente, ¡JESÚS va con nosotros en esta barca débil que es la vida humana que poseemos!; no importa el tamaño del problema sino el tamaño de nuestro DIOS. Esto nos garantiza con certeza, el hecho de que, en nuestras vidas humanas, siempre tendremos, oiremos al final la voz de JESÚS: “Sea la paz, sea la paz”.

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE SANADOR:

¡Gracias por ayudarnos y consolarnos en forma tan maravillosa! Tú sabes que nuestra travesía, mientras llegamos a la otra orilla, está llena de dificultades. Pero nos has prometido que vas con nosotros. Ayúdame SEÑOR a comunicar tu Mensaje en medio de las crisis de este mundo. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

La presencia de DIOS con nosotros y en nosotros nos da Su Consuelo en medio de la angustia.

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