SALUTACIÓN
Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Éxodo 14:15-31
Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha. Éxodo 14:15 (LBA)
"Pasaré por este mundo una sola vez. Si hay alguna palabra bondadosa que yo pueda pronunciar alguna noble acción que yo pueda efectuar diga yo esa palabra, haga yo esa acción ahora, pues no pasaré más por aquí..." (William C. Morris)
En mis años de recién convertido al Evangelio, en las iglesias de mi denominación, teníamos una organización que se reunía todos los domingos por la tarde: La Unión Bautista de Preparación. ¡Allí formábamos a los líderes! Allí me formé yo. Un pensamiento que traía la revista guía de nuestros estudios me impactó, decía: “Pasaré por esta vida una sola vez. Si hay alguna palabra amable que pueda decir, algún acto de bondad, o cualquier cosa buena que puede hacer por mis semejantes, diga yo esa palabra, haga yo esa acción. Pasaré por esta vida solamente una vez”. Esto es particularmente cierto, si retrospectivamente, miramos al año 2021, el cual ya es historia. Las palabras que no dije en el momento preciso, las acciones que no hice a favor de otros ya son oportunidades perdidas.
En efecto, frente al nuevo año tenemos que aprovechar el tiempo, no debemos desperdiciar ninguna oportunidad para ser útiles. Como alguien dijo: “el tiempo es un gran maestro para todos nosotros, el único problema es que este maestro acaba con sus discípulos”… Frente al nuevo año y a los años futuros que tendemos por delante con sus minutos y días que se irán desgranando uno tras otro, y cuyo número disminuye implacablemente hasta llegar a cero; ¿cuántos años nos quedan por vivir? No lo sabemos. Lo que si sabemos es lo que nos dice la Palabra: “Nadie puede retener su espíritu y evitar que se marche. Nadie tiene el poder de impedir el día de su muerte. No hay forma de escapar de esa cita obligatoria: esa batalla oscura. Y al enfrentarse con la muerte, la maldad no rescatará al malvado” (Eclesiastés 8:8, NTV).
La muerte es una realidad inevitable, así como las pruebas que nos vienen en nuestro andar en este viaje que es la vida humana. Así como Israel en su huida de Egipto, cuyo lugar desde donde salían lo tenía detrás, y delante de ellos el desafío del mar, nosotros tenemos la misma perspectiva: No dejar que el miedo a lo conocido o desconocido nos paralice, y nos robe el presente para siempre. En su búsqueda de dirección Moisés recibió de DIOS una orden: “¡Di a los hijo de Israel que se pongan en marcha!”, nosotros ya conocemos la historia, el pueblo de Israel marchó y cruzó el mar en seco y sus enemigos perecieron, porque DIOS no les permitió llegar a la orilla. ¡DIOS hace maravillas cuando su Pueblo se pone en marcha!
No niego que en nuestro mundo actual vivamos momentos angustiosos; pensemos un instante en todo aquello que nos perturba: La pandemias que anda por el mundo, nivelándolo con la muerte; amenazas del terrorismo mundial, tasas de criminalidad aterradora, los fenómenos naturales que nos asedian, los tsunamis financieros que se avecinan, el incremento de la corrupción humana en todos los niveles, todo ello, nos gritan la terrible verdad que nuestro mundo está en llamas. Ninguna orden divina es tan actual para nosotros en este momento en que contemplamos el primer día del año 2022, que la orden divina, la obedezcamos: ¡Ponte en marcha!
¡Ponte en marcha!, porque lo mejor está por venir. Muy cerca de nuestra casa están las famosísimas cataratas del Niágara. Por años, yo había hablado y escrito sobre ellas en mis mensajes. Me las había imaginado una y otra vez. La primera vez que las visité estaba lleno de expectación durante el viaje. Llegamos. Su belleza me deslumbró. Me acerqué a la orilla lo más que pude, a aquel sonido singular de sus muchas aguas, y al mirar su caída, parecía que mi emoción subía hasta estallar en un, ¡gloria a DIOS! Cerré mis ojos, mientras caían sobre mi cara las gotas con las que la Niágara me daba su bienvenida, en eso exclamé al SEÑOR: ¡Oh Padre, esto es mucho más hermoso de lo que yo me había imaginado! ¡Cuán grande eres!
En esta tierra, nosotros los que vivimos estamos en una peregrinación hacia lo grande y hermoso. ¡No existen palabras para describir lo que el cielo es y será para nosotros! La única razón por la que un cristiano nacido de nuevo todavía está en esta tierra es para explicarle a los millones que no conocen a JESÚS quien es Él, y lo que Él hizo por nosotros. ¡No existe un desafío más grande que el que tenemos los cristianos en esta hora de anunciar el Evangelio, las buenas nuevas de salvación, a esta generación! Nada puede ser más grande que la cosecha espiritual que estamos a punto de ver en el mundo entero. ¡Vamos por ellos! ¡No podemos fallarle a DIOS! ¡No podemos paralizarnos en esta hora crucial para la humanidad! Tenemos que proclamar en todas las formas, en todo lugar y a cualquier precio que: ¡Si hay esperanza en JESÚS! Desde hace muchos años, he tenido un lema al llegar a mi casa cuando el Señor me ha permitido evangelizar y cosechar un alma para Cristo, le digo a mi familia con todo mi corazón lleno de un gozo indescriptible: “¡Uno más para CRISTO!”…
Como alguien que ha dedicado su vida a DIOS y está a punto de cumplir 59 años en el Evangelio, siento en lo más íntimo de mi ser, que mi amado JESÚS, mi Señor y Salvador, me dice: “¡Dile a mi pueblo que marche!”.
¡Ponte en marcha!
¡Adelante, siempre adelante!
¡Feliz domingo de SEÑOR!
¡Feliz Año 2022!
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