Mis amados todos:
Tal día como hoy, hace 42 años iniciamos las Marchas Evangelizadora como un esfuerzo de la Convención Nacional Bautista de Venezuela. Esta actividad tuvo su génesis en 1967, cuando un joven cristiano nacido de nuevo quien trabajaba en el Hospital Vargas de Caracas, no pudo evangelizar a una paciente que le rogó que no la dejara irse a la eternidad sin CRISTO, pero aquel joven no supo, tampoco pudo encontrar quien lo ayudara. Tristemente, la mujer murió sin la Vida Zoé, prometida por JESÚS: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí". (Juan 14:6). En la actualidad, miles de cristianos nacidos de nuevo, saben como evangelizar sin temor, porque aquel joven y muchos otros han dedicado sus vidas a enseñar a otros sobre como orar, como evangelizar y como hacer discípulos. ¡Aquel joven era yo!...
Pastor y amigo.
¡Feliz cuadragésimo segundo aniversario! ¡Adelante, siempre adelante!
perlasdelalma@gmail.com
(Tributo a los marchistas en nuestro 42 aniversario)
Lectura devocional: Salmos 126
La marcha triunfal
Francisco Aular
Los que
sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que
lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus
gavillas.
Salmos 126:5,6 (RV60)
¡Ya viene la marcha!
¡Ya viene la marcha!
Ya se oyen los cantos
gloriosos.
La Biblia se anuncia a todos los
vientos;
Ya se siente el coro de los
"pies hermosos"...
Ya pasan debajo del Arco de Carabobo
Ornado con sangre de la libertad,
los arcos triunfales con heroicos
nombres que
escucharon sonar las trompetas,
la gloria solemne del estandarte de
las siete estrellas,
levantada por manos robustas de
atleta.
Se escucha el ruido de los cascos de
briosos
corceles en la lejanía,
y los timbaleros
con ritmos marciales el paso le
marcan:
el arpa, el cuatro y las maracas;
y se oye más cerca las voces de niños,
hombres y mujeres en su algarabía.
¡Así pasan los bravos marchistas
debajo los arcos triunfales!
"¡Marchad cristianos fieles
hasta el fin!"
de pronto levantan sus voces,
y sale del coro,
un canto sonoro,
y nuevamente se llena de gloria
el Campo de Carabobo,
se envuelve en trueno de oro
mil voces cantándole a Dios.
Atrás quedaron las luchas y las
divisiones
que el enemigo en el campo sembró.
Hoy es día de triunfo y los áureos
sonidos
anuncian el movimiento
triunfal de la gloria.
Este pueblo valiente está agradecido
alzando sus manos al cielo,
y gritando a coro: ¡Llegó la
Victoria!
Ya pasa el cortejo.
Señala el abuelo los marchistas al
niño:
-Ved cómo marchan, los del setenta y
siete
llenos de gratitud, rodeados de cariño-
Las marchistas adornan sus cabellos
con flores
Ahora el camino parece de rosas
y el sol ilumina sus caras hermosas
recordando al pasado con sus
esplendores.
Los hombres marchando evocan la
Primera;
honor al que se ha ido y honor a los
fieles
a los que mantuvieron el alto la
bandera:
¡Clarines! ¡Laureles!
Las nobles hazañas de tiempos
gloriosos,
desde su estatura de ser los pioneros
saludan a los nuevos frutos
copiosos:
-romperán los odres por ser vino
nuevo-.
Las trompetas marchistas resuenan;
y las voces al cielo se elevan...
Sin la ayuda de Dios, no hacemos
nada,
nuestro Comandante hasta hoy
trabaja,
y engalana las glorias pasadas...
Y al Señor que hoy ilumina las
nuevas
victorias ganadas,
y aquel grupo de jóvenes fieros;
que ante el clamor que salió del
infierno,
se lanzaron con la Biblia en la
mano,
desafiaron a la lluvia y al sol del
verano,
el miedo, el hambre y la estrechez...
pusieron sus ojos sólo en el Eterno,
y fueron a la conquista de la nación,
el continente y el mundo,
y volvieron trayendo sus frutos
fecundos,
¡Y hoy que celebramos esta fecha
inmortal!
Me uno al cortejo,
y al áureo sonido,
Saludan las liras que tengo en el
alma
y que tocan la
Marcha Triunfal...
(A la manera de Rubén Darío: En
ocasión de los 20 años de la Marcha Evangelizadora Campo de Carabobo, agosto de
1997)
Oración:
Amado Padre Celestial:
¡Cuán grande eres
SEÑOR! Pero miras al ser humano y lo amas y lo invitas a participar en tu
reino, en el ahora y en la eternidad futura. Ayúdame SEÑOR a soñar y esforzarme
en tu gracia, para la transformación de mi Patria y el Mundo. En el nombre de
JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Las lágrimas de hoy en el proceso de la extensión del Reino de Dios en
la tierra, es la siembra para la gran cosecha y la alegría que nos espera.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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