viernes, 28 de febrero de 2014

¡Vivir y morir libres!


Francisco Aular
faular@hotmail.com
Jesús les dijo a los que creyeron en él: —Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31,32 (NTV)
Estamos asistiendo actualmente a un movimiento de cambios en el Norte de África, llamado la primavera democrática o la primavera árabe. Dos corrientes mayoritarias navegan para llegar al puerto del poder, una de ellas la democrática, y la otra, el fanatismo musulmán. No sabemos quién dominará al final, pero allí están, en esos países, los admirables pueblos, luchando y muriendo. En efecto, han sido seis meses de lucha desigual entre una población enardecida por tantos abusos de los dictadores que han estado allí por décadas, y gobiernos con ejércitos o milicias armadas con todas las ventajas posibles que concede los armamentos de guerra. ¿Qué buscan y qué esperan, esos jóvenes, y por asombroso que parezca: ¡Las mujeres!?  Esos ciudadanos se levantan teniendo solamente en sus corazones y en sus bocas la palabra “libertad”; es posible que muchos mueran, pero mientras vivan, sus gritos  los atraviesan hasta ensordecerse a sí mismos, impactando a nivel mundial e influyendo, para frenar el abuso del poder aún en los países democráticos, como es el caso de los “indignados de España”. La gente percibe que la libertad de sus derechos humanos ha sido cercenada, viven sumidos en la pobreza social y espiritual, y sueñan con un futuro para sus conciudadanos en donde haya esperanza de prosperidad y felicidad, libertad de expresión y de religión y conciencia, que solo es posible viviendo en democracia. Es decir, la gente luchará hasta el final, porque a la verdad, nuestro paso por este mundo es breve, pero ellos quieren: ¡Vivir y morir libres! Ante el desarrollo de tales acontecimientos, el ver el derramamiento de sangre, el llanto de mujeres y hombres por las injusticias, vienen a mi mente las palabras del escritor venezolano Eduardo Blanco, cuando en su Venezuela heroica dice: “¡Libertad!, ¡libertad!, ¡cuánta sangre y cuántas lágrimas se han vertido por tu causa!...¡Y todavía hay tiranos en el mundo!”.  Sin embargo, la Biblia nos dice que Dios “sembró la eternidad en el corazón humano”  (Eclesiastés 3:11 NTV), y por ello, anhelamos: ¡Vivir y morir libres!
¿Qué podemos hacer como cristianos ante las injusticias, la corrupción, y la entrega de la soberanía de nuestro país? Lamentablemente, existen países con gobiernos, sistemas completamente cerrados a la pluralidad democrática, como era el caso de los días del nacimiento de la fe cristiana con el imperio romano; entonces, protestar es un suicidio inútil. Pero los cristianos en las naciones libres o en aquella a punto de perder su democracia, deben hacer oír su voz tanto por Dios en su clamor a Él; como el hacer llegar al conocimiento de la Comunidad Internacional, los abusos a que son sometidos continuamente por gobiernos con un barniz nada más de la verdadera democracia; eso sí, deben utilizar para ello,  todos los medios lícitos que la democracia, permita. Aquí más vale poner en práctica aquel pensamiento de la española María Zambrano Alarcón (1904-1991): “Prefiero una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila.”
Pues bien, todos hemos seguido los sucesos de Ucrania, en los últimos meses, allí un intelectual de 49 años, Oleksandr Turchinov, exmiembro del partido comunista en la otrora Unión Soviética, y ahora, con la llegada de la democracia pluralista, se involucró en la política a través del partido Plataforma Democrática y como tal, participó activamente en las manifestaciones contra el sistema que amenazaba a su país, al entregarlo practicamente al gobierno ruso. La noticia es esta, Turchinov, ¡es un pastor evangélico bautista! La prensa internacional informa que el expresidente de Ucrania huyó, dejando detrás de sí un pais salpicado de sangre y arruinado. En su lugar, Oleksandr Turchinov, ha sido nombrado como Presidente Interino. La responsabilidad de este pastor al frente de una congregación de millones de personas, será llevarlos, -si Dios lo permite- a pastos frescos que nos ofrece la la justicia, la paz y la libertad. Otra vez, lo escribo: El cristiano es ciudadano tanto de la tierra como del cielo, está capacitado para llevar delante de Dios, el sufrimiento de la tierra; y traer a la tierra, la fe, el amor y la esperanza del cielo. ¡Callar, cuando se debe hablar, no es una opción!
Ciertamente, la historia nos dice que por ninguna causa se han hecho tantos sacrificios, ni se ha derramado tanta sangre como por la causa de la libertad, por la libertad de conciencia, por la libertad de la patria, o por la libertad de oír y conocer el mensaje de JESÚS: —Ustedes son verdaderamente mis discípulos si se mantienen fieles a mis enseñanzas; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.  En efecto, podemos afirmar con los historiadores del cristianismo: “La sangre de los mártires del cristianismo ha sido vertida para hacer germinar la semilla de la fe a través de los siglos.” Esto lo podemos comprobar, en este mismo instante, en el cual centenares de cristianos están muriendo, precisamente allí, en el Norte de África, en países con religiones ateas como en la China comunista y Corea del Norte; con religiones múltiples, como el caso de la India y Pakistán –por cierto en este último país, no debemos olvidarnos de esa valiente mujer Asia Bibi, quien a pesar de haber sido legalmente absuelta, está esperando es una especie de corredor de la muerte para ser ejecutada-, sin embargo, la libertad que JESÚS no da es por Su gracia, no está sujeta a los vaivenes de la historia, ni a los azares de la corrupción gubernamental ni de fortuna; la fidelidad de los creyentes, de los discípulos de JESÚS es porque son “verdaderamente libres”. Esta es una libertad cierta, profunda e inmutable que atraviesa todo el ser: espíritu, alma y cuerpo. “Somos más que vencedores” (Romanos 8:37) ¡Nada ni nadie nos podrá separar del amor de Dios, eso nos da libertad plena! Esta libertad les ha sido concedida por la fe en JESÚS a aquellos que quieren: ¡Vivir y morir libres!
Oración:
Amado Padre Celestial:
¡Gracias, gracias infinitas por la libertad que nos has dado en JESÚS!, dame fuerza, valor, sabiduría y virtud para preservarla y anunciarla hasta el fin de esta vida temporal, para que otros la conozcan, la experimenten y la vivan. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Paz, sin libertad y justicia, es esclavitud.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?




jueves, 27 de febrero de 2014

¡Pan y circo!


Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 2 Tesalonicenses 3:6-13
El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. Proverbios 12:11 (NTV) Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 2 Tesalonicenses 3:10b (RV60)
Dicen algunos historiadores que en los primeros siglos de nuestra era, los emperadores romanos en medio de la gran necesidad y situación de pobreza del pueblo, inventaron un sistema para mantener a las multitudes entretenidas, ellos lo llamaron pan y circo, de acuerdo a Wikipedia, “Panem et circenses, es decir, pan y circo; es una locución latina peyorativa, que en la actualidad describe la práctica de un gobierno para mantener tranquila a la población, ocultar hechos controvertidos y permite proveer a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas”.
Viendo el panorama del mundo actual, podemos decir que ese mismo grito atravesó los siglos y nuestra generación está conformándose con lo mismo, la limosna de los gobiernos. Esto nos dice que la humanidad ha cambiado muy poco, le encanta cambiar el sistema de trabajo que lo lleva a la abundancia por la diversión pasajera que se les ofrezca para mantenerse en la dependencia y la pobreza. Así los pobres son siempre necesarios para justificar la asistencia pública. Pan para no morirse de hambre, en vez de un trabajo que dignifica, y circo para distraerse en vez de la obra duradera de la educación. El proverbista en el versículo de hoy, lo escribe en forma de poema en hebreo, pero ese mensaje nos llega todavía: El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. El principio es universal y por aquel mismo tiempo, el filósofo chino Confucio, dijo: “Dale a un hombre un pescado y comerá un solo día; enséñalo a pescar y comerá todos los días de su vida”.
Por otra parte, la Biblia enseña que a JESÚS, al inicio de su ministerio, Satanás lo tentó con sus promesas de pan y circo que le habían dado muy buen resultado con nuestros primeros padres, Adán y Eva, pero el Hijo de Dios le respondió: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4; RV60). Sin duda que Dios sabe que tenemos necesidades fundamentales como el comer y el beber, pero, “¿no es la vida más que el alimento?”, exclamó JESÚS en  sus enseñanzas al respecto (Mateo 6:25), alimentar nuestra alma y espíritu con la Palabra de Dios es prioritario, y poder decir  como el profeta Jeremías: “Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón …” (15:16; LBLA). ¡Esta es la comida que no perece!
Pues bien, en cuanto al “circo” que el mundo nos ofrece, el ser humano de hoy es distraído por la diversión en las cosas de esta vida y la indiferencia ante el llamado de Dios y su Palabra. Por una parte, la publicidad le vende la mentira de que estará en este mundo para siempre, por lo tanto, la muerte es algo que se disfraza y no se menciona; indiferente sobre cuál será su destino después de esta vida, se sumerge en la fantasía de las diversiones, estrategia que maneja Satanás para mantener al ser humano en esta triste condición: muerto espiritual (Efesios 2:1,2); ciego de mente (2 Corintios 4:4); encadenado por el diablo (2 Timoteo 2:26); bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19), por ello, la admonición de Pablo a su amado discípulo Timoteo también deben ser para nosotros: No pierdas el tiempo discutiendo sobre ideas mundanas y cuentos de viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios. «El entrenamiento físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque promete beneficios en esta vida y en la vida que viene» (1 Timoteo 4:7,8). Del mismo modo, hay que hacerle caso a Salomón que definió todo lo que se hace debajo el sol como “vanidad de vanidades”, y por ello escribió: El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. Proverbios 12:11 (NTV) Poniendo en práctica ese consejo, nos ayudará a no sucumbir, como otros, que caen bajo la trampa de ¡pan y circo!
Oración:
Padre Celestial:
Hoy resuelvo llenar mi vida con tu Palabra, de modo que sus verdades me eleven a ti. Bien sé que solo JESÚS tiene palabra de vida; Él es mi pan; ¡Él es la fuente que calma mi sed de ti! SEÑOR, ayúdame a divertirme con la alegría tuya, con tu gozo santo y a contagiar a otros con tu amor, fe y esperanza. En el nombre de JESÚS. Amen.
Perla de hoy:
No te distraigas con la trampa de pan y circo que te da comida por un día, pero te esclaviza toda la vida. ¡Sé libre!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?



miércoles, 26 de febrero de 2014

El triunfo de la esperanza


Francisco Aular
faular @hotmail.com
Lectura devocional: Colosenses 1:24-29
Es Cristo en vosotros la esperanza de gloria. Colosenses 1:27b. (RV60)
El cristiano que ha depositado en JESÚS su única esperanza de salvación, no marcha hacia la muerte, sino a la vida. La esperanza tiene una propiedad purificadora, porque mediante ella aprendemos, no sólo a existir, sino a vivir; no sólo a gustar, sino a saborear; no sólo a tocar, sino a sentir; no sólo a mirar, sino a observar; no sólo a oír, sino a escuchar; no sólo a escuchar, sino a entender; no sólo a pensar, sino a investigar; no sólo a hablar, sino a producir. Como consecuencia, la noche, el frío y la escarcha nunca se ponen sobre nuestra esperanza. ¡Eso sí!, como todos los dones y virtudes de Dios en nosotros, estos son usados y desarrollados de dentro hacia afuera, Dios nos los dio y es nuestra responsabilidad usarlos.
Lo peor que le puede suceder a cualquier ser humano es la muerte, pero, el verdadero hijo de Dios tiene la esperanza de la resurrección. El cristiano nacido de nuevo es realista y ve este mundo y sus millones de habitantes tal y como JESÚS los ve, necesitados de amor, fe y esperanza. Cuando los seres humanos se sienten sin esta esperanza, les aterra morir. Algo les dice que no están preparados para morir, pero el cristiano nacido de nuevo no cambiará nunca lo temporal por lo eterno, tampoco, anhela quedarse en este mundo imperfecto porque Dios ha puesto en su corazón que existe un lugar mejor para él: No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté (Juan 14:1-3; NVI).
Por eso,  la tumba no es el final para el que ha puesto su esperanza en JESÚS, como no lo fue para Él. ¡Este es el pensamiento que cubre todo el Nuevo Testamento! Aparte de la gran lección que encierra la vida humana de JESÚS, desde su encarnación hasta el triunfo de su resurrección, está también la esperanza con que se lanzaron a la conquista de un mundo adverso al Mensaje de la cruz, sus primeros discípulos, los apóstoles. En efecto, los apóstoles temerosos el día de la crucifixión, mantuvieron un bajo perfil, de repente, vieron a JESÚS resucitado. La fe de aquellos hombres y mujeres que caminaron y comieron en compañía de JESÚS viviente se fortalece, y desde entonces, nada ni nadie, los pudo detener. Unido a todo esto, está la esperanza de la Segunda Venida de JESÚS, mientras tanto, alienta saber que JESÚS ya vive por la fe en todo hijo de Dios. El saberlo lo llena de esperanza.
Por consiguiente, la Biblia dice: Es Cristo en vosotros la esperanza de gloria (Colosenses 1:27b.). Siendo así, no existe desesperación humana, por grande que parezca, que el verdadero discípulo del Señor no encuentre que su esperanza triunfe sobre ella. No existe dolor humano que no se redima por el triunfo de la esperanza. No existe pecado tenebroso o sutil que no sea al final vencido por el triunfo de la esperanza. No existe tormenta por fuerte y oscura que sea, que impida que nos orientemos por el triunfo de la esperanza como un faro luminoso al final del camino. ¡No hay lugar para la derrota, sino para el triunfo!
Hubo en el Antiguo Testamento, un profeta que era poeta, el escribió una de las oraciones más hermosas que tenemos en  la Palabra Dios. El profeta le cantó al triunfo de la esperanza:
Aunque la higuera no dé renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los campos no produzcan alimentos;  aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado alguno en los establos; aun así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en Dios, mi libertador! El Señor omnipotente es mi fuerza; da a mis pies la ligereza de una gacela (Habacuc 3:17-19).
Invitación:
¿Quieres poseer esta esperanza? Te es necesario nacer de nuevo y ser salvo. La salvación es el regalo del amor de Dios por el pecador. Pero no se aplica al pecador en forma universalista o automática: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (Mateo 7:21; RV60). Es necesario hacer una decisión y una invitación para que el SEÑOR perdone tus pecados, te salve y more en ti para siempre. Si has comprendido lo que hemos estudiado hoy y nunca has hecho esta decisión, este es el preciso momento para aceptar este amor de Dios en tu vida, ¿te gustaría aceptar el regalo de la vida eterna en JESÚS y confiar únicamente en Él para la salvación, como dice su Palabra? Si es así, ora conmigo…
Oración:
“Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de Tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.[i]
Perla de hoy:
La esperanza en sí es medicina para nuestro ser, ¡usémosla!


[i] Si has hecho esta oración con sinceridad y de corazón… ¡Bienvenido a la familia de Dios! Esto es apenas el comienzo de la verdadera razón de por qué, estás en la tierra. Si quieres unirte a mi grupo discipular en internet, y estudiar conmigo un material de discipulado inicial, escríbeme.

martes, 25 de febrero de 2014

Como las aves


Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Lucas 12:22-31
Como las aves
Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? Lucas 12: 24 (RV60)
Se cuenta que dos gorriones estaban en un jardín felices saltando de rama en rama, comiendo por aquí y por allá, y atendiendo a sus respectivos polluelos, en eso, vieron a los dueños de la casa, afanados, discutiendo sobre la carestía de la vida, lo caro de la educación de los hijos, su falta de ropas nuevas y un sin fin de inquietudes en cuanto al futuro. Entonces, un gorrión le dijo al otro: “¿Será que ellos no tienen el mismo Creador que nosotros?”…
“¿No valéis vosotros mucho más que las aves?” Es la pregunta que el Señor les hace a sus discípulos, para que definitivamente se alejen de la creencia tan popular de que la felicidad está en las posesiones de la vida, en tener, en poseer, en dominar lo material. Aunque la comida, el vestido y el techo son importantes, sin duda, Dios proveerá para nuestras necesidades, nos dará fuentes de trabajo, ideas para superarnos y posibilidades para que  no nos falte nada. Dios no nos impide que seamos prósperos, al contrario, Él quiere que nos superemos y en grande; Él nos llevará de su mano hacia el triunfo. ¿Por qué entonces afanarse? En efecto, los afanes angustian y torturan hasta el punto de paralizar. En realidad, debería ser lo contrario, así como las aves, debemos comprender que Dios les provee el alimento, pero no se los lleva al nido. Nada puede hacerse en medio de la angustia, como no sea el dar lástima, sin embargo, la necesidad puede abrir oportunidades nunca soñadas para emprender algo grande en la vida y lograrlo. La necesidad hace ver el trabajo como una manera digna de ganarse el sustento, de sostener el hogar y educar a los hijos. Repito: ¡Dios siempre va a suplir las necesidades de sus hijos cuando vea el entusiasmo con el que asumen sus tareas! No existe trabajo tan humilde como para que no merezca ser emprendido; al obrero entusiasta y que trabaja “como para el Señor”, Dios los va a bendecir.
Por ello, es fácil  comprender que el afanarse es incompatible con la fe viva en un Dios proveedor. La mayoría de los grandes hombres y mujeres de la humanidad, y personajes bíblicos no nacieron en cunas de oro: David era un simple pastor de ovejas, Gedeón, un labrador, Amós, un campesino, JESÚS un carpintero, Pablo hacedor de tiendas, Cristóbal Colón fue hijo de un obrero, Cervantes, un simple soldado. Podría continuar la lista, pero ésta revela que un origen humilde, más que una desventaja, muy a menudo, es un motivo para luchar con empeño y nobleza.
Al final de nuestra vida, nuestro éxito consistirá en haber vivido para la gloria de Dios, y hacer felices a los que nos rodearon en nuestro breve transitar por este mundo. Somos felices al vivir contentos con lo que el Señor nos da, al hacer nuestro el lema del sabio Salomón: Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario. Proverbios 30:8 (RV60).
Oración:
Amado Padre Celestial:
Te saludo en este día con alabanzas a tus atributos eternos y acciones de gracias por todo lo que has hecho por mí. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
¿En dónde estarán nuestros problemas dentro de cien años? Pongámoslos alllí, hoy.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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lunes, 24 de febrero de 2014

!Seguir en la lucha!


Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Colosenses 1:24-29
Es por eso que trabajo y lucho con tanto empeño, apoyado en el gran poder de Cristo que actúa dentro de mí. Colosenses 1:29(NTV)
Los peldaños de la escalera del éxito, generalmente están llenos de intentos y fracasos. Hace un tiempo, existió un hombre que superó muchos intentos para llegar a ser, un héroe que es admirado y respetado por su pueblo y por el mundo. Se llamó, Abraham Lincoln, en su lucha para llegar a cumplir sus sueños y metas, tuvo mucho obstáculos: En 1833, compitió para ir a la Cámara de Representantes por su estado, y perdió; cuando superó el duelo de su derrota, siguió luchando, volvió a perder en 1848; cada fracaso, lo utilizó como plataforma de lanzamiento de un nuevo intento, en 1854 volvió a perder en su aspiración de ir al Senado; dos años después, en 1858 fue candidato para ser Vicepresidente del Senado, y fue de derrotado de nuevo; siguió luchando y en el año 1860, fue electo como presidente de los Estados Unidos, hoy en la historia de su nación ocupa un lugar de honor como uno de los mejores presidente que ha tenido esa nación. ¡Seguir en la lucha a pesar de sus fracasos le dio el triunfo final¡ Con razón, el suramericano Simón Bolívar, dijo: “El arte de vencer se aprende en las derrotas”.
No le busques tanta vueltas a tus derrotas, no culpes a nadie de ellas; no te quedes  tampoco en los logros del pasado; decide no vivir por debajo de tu verdadero potencial; vive el duelo de cada derrota, pero no te postres ni renuncies porque ¡el mundo entero está esperando que te levantes y triunfes! ¡Incríbete ya en la próxima acción que te llevara definitivamente al cumpliento de lo que Dios tiene para ti! ¡Dios no ha muerto, y por lo tanto, no hemos visto, ni veremos a su entierro pasar. ¡Sigue en la lucha, sin mirar atrás, a no ser para conducir a tus seguidores que te admiran y respetan! ¡No importa a donde has llegado, Dios tiene mucho más en tu futuro! Pase lo que pase, si eres una persona de Dios, ya eres un triunfador poque Él no patrocina fracasos.
¡Seguir en la lucha! Fue el lema del apóstol Pablo: “Es por eso que trabajo y lucho con tanto empeño, apoyado en el gran poder de Cristo que actúa dentro de mí.” Colosenses 1:29(NTV) En efecto, Pablo, había sido un hombre muy religioso y celoso de la fe de sus padres; sin embargo, Dios quería mucho más de él y se le apareció en medio de sus luchas por llegar a ser, el fariseo más grande de su tiempo y lo convirtió en el Apóstol más grande de la historia del Cristianismo; y desde aquel precioso día de su encuentro con JESÚS en el camino hacia Damasco, tuvo un nuevo nacimiento, mediante el cual, Dios, le dio un nuevo propósito para vivir y para morir:  “Pero mi vida no vale nada para mí a menos que la use para terminar la tarea que me asignó el Señor Jesús, la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios.” (Hechos 20:24 NTV)
¡Seguir en la lucha! Es proseguir con el plan que Dios tiene para nuestras vidas, Pablo entendió que era un hombre que tendría que forjar otros hombres para Dios. ¡No es tarea fácil! Cuando escribió ese versículo de hoy, usó la palabra “trabajo” que significa “agonía!, es decir, que en griego significaba una tarea que se realiza hasta agonizar por cumplirla. Cuando Pablo, evangelizaba no solamente buscaba un número más, sino forjar en el nuevo creyente el carácter del mismo JESÚS: Por lo tanto, hablamos a otros de Cristo, advertimos a todos y enseñamos a todos con toda la sabiduría que Dios nos ha dado. Queremos presentarlos a Dios perfectos en su relación con Cristo.” (Colosenses 1:28 NTV) Pablo, entendía que todo ser humano cuando llega a tener una relación personal con Dios, el valioso tesoro de su salvación y el poder del Espíritu Santo:Ahora tenemos esta luz que brilla en nuestro corazón, pero nosotros mismos somos como frágiles vasijas de barro que contienen este gran tesoro. Esto deja bien claro que nuestro gran poder proviene de Dios, no de nosotros mismos.” ( 2 Corintios 4:7 NTV), ahora, este creyente tiene que luchar para que lo que él posee por gracia, les llegue también a otros. De esta manera, ¡un cristiano nacido de nuevo llega a ser “perfecto en su relación con Cristo”, cuando es capaz de ser y hacer discípulos a otros como un estilo de vida. ¡Tienes una misión y un propósito para vivir y Dios quieres que lo hagas desde hoy! No desmayes, pues todos tenemos que ¡Seguir en la lucha!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Aquí estoy SEÑOR, siguiendo en la lucha para el propósito que me has dado por tu gracia para vivir. Me esforzaré en tu gracia como si todo este esfuerzo dependiera de mi solamente; pero confiaré en tu soberanía para el triunfo final. Ayúdame para compartir este tesoro que llevo dentro de mí. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
¡No importa a donde has llegado, Dios tiene mucho más en tu futuro! Sigue en la lucha hasta lograrlo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


viernes, 21 de febrero de 2014

!Ahora o nunca!


Francisco Aular 
faular@hotmail.com
No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son. Romanos 1:16 (Traducción de la Biblia lenguaje actual)
Es innegable que vivimos el período más revolucionario de nuestra historia contemporánea, sin embargo, me temo que muchos de estos cambios son empujados por fuerzas externas y no internas; por ejemplo, podrán eliminar la venta de licores pero no la naturaleza del borracho; podrán vigilar de cerca los que manejan las riquezas de las naciones, pero la naturaleza corrupta estará allí en espera de su oportunidad para actuar; podrán bañar al cerdo y perfumarlo, pero tan pronto vea un delicioso charco se hundirá en él. La historia ha demostrado el fracaso de las imposiciones sobre los seres humanos, sean estas religiosas, filosóficas, morales o políticas, no funcionan. JESÚS hablando con un hombre profundamente religioso, y sin duda, de un carácter moral intachable llamado Nicodemo, le dijo: “Te es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:3). JESÚS propone el cambio más revolucionario que se haya oído, en Él, la revolución que necesitamos viene del interior del ser humano hacia afuera. Por eso, JESÚS no usó la fuerza, ni la usará jamás para cambiar al hombre, sino el amor. En eso de usar la fuerza con un poderoso ejército, Napoleón dijo: “Alejandro, César, Carlomagno, y yo fundamos imperios, pero ¿sobre qué asentamos las creaciones de nuestros genios? Sobre la fuerza. Sólo Jesucristo fundó su reino sobre el amor”.
Lo que necesitamos urgente en esta hora aciaga para la humanidad es la Persona revolucionaria de JESÚS y Su Mensaje. Porque los que hemos conocido a JESÚS como Señor y Salvador somos testimonios vivientes de lo que la Palabra de Dios puede hacer con nosotros y en nosotros. No podemos contentarnos con los distintos “ismos” que el mundo ofrece, nosotros sabemos que la solución no es humana sino divina. No podemos quedarnos callados, ni estancarnos en los asuntos de la proclamación de las buenas noticias de salvación y cambio que hace JESÚS en el corazón humano. No debe darnos vergüenza anunciar esta noticia, pase lo que pase. Es urgente pasar el Mensaje; nuestra vida aquí en la tierra es temporal; vamos de paso, si no soy yo, ¿quién?; sino es ahora, ¿cuándo?; sino es el lugar en donde estamos, ¿dónde? ¡Es ahora o nunca!
Estoy convencido de que todavía los brazos de JESÚS son poderosos para sostenernos; sus palabras no pasarán jamás; los milagros que realizó y Su ejemplo se mantienen en alto a través de los siglos; maneja un ejército de hombres y mujeres que lo aman y mueren por Él anunciando Su Mensaje de fe, esperanza y amor. ¡Gracias al Padre yo soy uno de ellos!
El cambio de vida del interior hacia fuera, que experimenta el cristiano nacido de nuevo, alcanza con su influencia bienhechora a todos nuestros círculos de influencia. ¡He probado el Evangelio por más de cincuenta años de vida cristiana y funciona! Las palabras de JESÚS nos sostienen como han sostenido a millones de discípulos del SEÑOR a través de los siglos. ¡Nadie vivió como Él vivió! ¡Nadie murió como Él murió! ¡Nadie resucitó como Él resucitó!, sin embargo, podemos decir también, que nadie habló como Él y aún nos sigue hablando: “El hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”; “yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”; “yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”; “mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da, yo os la doy”; “no se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”; “en el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”; “he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”; “yo nunca os dejaré ni os desampararé”. Estas palabras de JESÚS tenemos que anunciarlas, ¡es ahora o nunca!
Oración:
Padre eterno:
Te alabo mi Dios y Señor, gracias por darnos una revelación tan grande y definitiva en tu Hijo. Han pasado los siglos y los hombres, llegaron, reinaron y se fueron…, ya nadie se acuerdo de ellos pero tu Palabra sigue viva y eficaz. Ayúdame a anunciar las buenas nuevas sin temor y sin avergonzarme de ello. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La urgencia del mensaje del evangelio, nos dice que el reloj de los tiempos está llegando a su final; ¡es ahora o nunca!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?


miércoles, 19 de febrero de 2014

¡Patria, ayuno y oración!


Francisco Aular
faular@hotmail.com
En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad. Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Efesios 2:1-4 (NTV)
A Nehemías, un hombre laico, copero del rey Artajerjes, (465-424 a. de J.C), le llegó noticias de la patria lejana en los siguientes términos: “Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego”. (Nehemías 1:3,4 NTV) Su reacción fue inmediata: “Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo”. (Nehemías 1:5 NTV)  Es más el libro que lleva su nombre comienza y termina en oración. ¡Patria, ayuno y oración! Se convirtieron en su lema y en motivos principales de su andar cotidiano hasta que volvió a su patria e hizo una labor, la cual sirve hasta hoy de modelo de liderazgo en la obra de Dios. Así que orar por la patria, no es opcional, es la responsabilidad de cada cristiano nacido de nuevo.
En efecto, la Biblia nos dice que Dios es el Autor de todas las naciones y los pueblos étnicos que a lo largo de la historia de la humanidad se han formado. También nos dice claramente que Dios quiere que las naciones le pertenezcan: “Qué alegría para la nación cuyo Dios es el SEÑOR, cuyo pueblo él eligió como herencia.” (Salmo 33:12 NTV) De esta manera Dios nos ha dado una patria, con un territorio con características particulares en donde además de las bellezas naturales, está lo más hermoso de una nación, su gente. Sí gente que viene y gente que va, gente que habla en una forma particular, tiene una cultura; una nación que aprendimos a amar, cuando nuestra madres nos dormían en los años de nuestra inocencia con sus cantos, ya pegados de sus senos, ya meciendo la cuna; patria es un lugar y también un sentimiento porque en ella hemos nacido, nos hemos criado, vivido y allí descansan, los restos de nuestros padres, y esperamos que un día su tierra se abra para recibirnos también a nosotros al final de nuestros días. Mientras tanto, oremos por nuestros conciudadanos, como dice este pasaje de hoy:En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos.” ¡Patria, ayuno y oración!
Pues bien, un día conocimos a través de la Biblia y por la obra del Espíritu Santo, la historia de la salvación; entonces, Dios nos salvó y nos dio la tarea de proclamar Su mensaje. Así somos ciudadanos de dos entidades, como hijos de Dios, nuestra ciudadanía está en los cielos; pero como hijos de una patria terrenal, nada de lo que sobre ella ocurra, debe ser ajeno para nosotros. Debemos gracias al Señor por la patria hermosa que Él nos ha dado; De esta manera, amamos al suelo en donde hemos nacido, pero amamos a Dios sobre todas las cosas. Así que: ¡Patria, ayuno y oración!
Ahora bien, no debemos confundir patria con gobierno. Los gobiernos son pasajeros, sus gobernantes tendrán que dar cuenta de sus acciones, tarde o temprano; ciertamente, nosotros debemos orar por la patria y por los que nos gobiernan, como lo dice el pasaje de hoy: “Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad”. La patria seguirá y trascenderá hasta los confines de los tiempos: “Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes del mundo entrarán en ella con toda su gloria.” (Apocalipsis 21:24 NTV) Hasta el final: ¡Patria, ayuno y oración!
Se espera que los hijos de Dios pongan su mirada en el cielo, porque el reino de Dios, como Dios mismo, es trascendente e inmanente. El Señor dijo: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36), y Pablo, escribió: “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Corintios 10:4 RV60) De esta manera, que la oración por la patria nos ayude a mantener la prioridad en lo eterno, y no en lo pasajero: Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad.”  Como lo dijo Jim Elliot, antes de salir para llevar el Evangelio a los Aucas del Ecuador, y allí murió asesinado, lejos de su patria: “No es ningún tonto quien renuncia a lo que no se puede llevar, para ganar lo que no puede perder.”  Por eso, ¡Patria, ayuno y oración!
Pues bien, ante el llamado de la patria terrenal, no podemos ser indiferentes. Es necesario que oremos, ayunemos voluntariamente y cumplamos con nuestros déberes cívicos. Cuando llegamos a la tierra, la patria estaba allí; y cuando salgamos, allí seguirá. Ayudemos a reconstruirla con entusiasmo, fe, amor y esperanza para la honra y gloria de Dios. Convoquemos a los otros conciudadanos para hacerlo juntos hacia la unidad y el progreso. Los enemigos de la patria son muchos pero como un solo pueblo podemos vercerlos, como lo hizo Nehemías. De esta manera,  la Biblia nos dice que Nehemías cumplió su misión histórica aquí en la tierra, a la luz de su visión celestial: ¡Patria, ayuno y oración!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Señor, gracias infinitas por la patria que me has dado; la libertad que tengo en Cristo y la Razón para vivir. Ayúdame para anunciar tu reino y orar y accionar hasta que tu voluntad sea hecha aquí como en los cielos. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Mantén la oración y acciones positivas por la patria terrenal, sin descuidar, la prioridad de la Patria Celestial.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?