Mis amados y amadas:
En estos días, al iniciar este año, estaré en un retiro con el SEÑOR buscando su dirección en varios aspectos de mi vida y ministerio. Debido a que PDA (Perlas del alma) es parte de la vida devocional de muchos de ustedes, y de algunas congregaciones que la utilizan como material para sus células de evangelización, les estarán llegando algunas de ellas seleccionadas de nuestros archivos. Dios mediante estaré de retorno el lunes 16 de enero. Mientras tanto, espero vuestra comprensión y oración por este humilde vaso de barro del SEÑOR.
Los abrazo,
pastor y amigo,
Francisco Aular
¿Se acabará el mundo en este año?
Del día y la hora nadie sabe (…) No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad. Mateo 24:36; Hechos 1:7 (RV60).
¡Hemos llegado al 2012: Feliz Año! Sin embargo, desde hace varios años se especula que el fin del mundo llega este año; es tal la histeria que se ha producido en varios países del mundo, que gente con dinero está estableciendo refugios para protegerse del fin del mundo como lo conocemos. Frente a tal especulación podemos afirmar que cuando fallan los buenos planes, surgen los fantasmas de guerra y pareciera que el miedo nos infunde valor y despierta el patrioterismo en algunos. De igual forma, cuando fallan los políticos en arreglar este planeta, aparecen los brujos con soluciones catastróficas y anuncios acerca del fin del mundo. Cuando los cristianos nacidos de nuevo no cumplen con su misión de llevar el conocimiento de la Palabra de Dios a las naciones para iluminarlas con la luz del evangelio, los seres humanos buscan en las supersticiones de los pueblos antiguos, en la irreverencia del postmodernismo, y en los misterios del ocultismo y lo supranormal, algo que los mueva hacia el más allá.
¿Se acabará el mundo en este año? Esa la campaña mundial que el mundo esotérico está explotando en estos momentos, y algunas sectas del cristianismo, practicantes de la teología del miedo se unen a esta corriente. El mercado editorial ha invadido las librerías con libros de Nostradamus y sobre la vida de él; con las profecías de San Malaquías y sobre su vida; libros sobre los calendarios maya y azteca, libros ocultistas, en fin, en pleno invierno, las editoriales harán su agosto en este enero. Eso que Unamuno llamó “la tontería humana”, porque con el miedo de una asustada clientela, que pagará lo que sea buscando una respuesta, se estarán enriqueciendo a esos escritores y a las editoriales, respectivamente. ¡En realidad es la explotación del sentimiento de saber qué nos deparará el destino!
¿Se acabará el mundo en este año? ¿Qué nos dice la Biblia? En realidad, la Biblia sí habla del fin del mundo, y sus profecías sobre el futuro son genuinas, y por ello, éstas han sido sometidas a prueba una y otra vez, para comprobar que son exactas. No hablaré de eso en estos momentos, ciertamente, el mundo va hacia un final que se llama el Día del Señor, pero antes de ese final, deberán ocurrir dos eventos: el Rapto de la iglesia y la Segunda Venida de JESÚS. Mientras estos acontecimientos no lleguen, podemos responder como lo hizo JESÚS, ya resucitado, a sus discípulos: El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (Mateo 24:35,36 RV60).
En mi corto andar por esta tierra he superado ya muchas fechas en que se anunciaba el fin del mundo, y creo que algunos de ustedes también; la última fecha era la entrada al nuevo milenio, llegó y no pasó nada. El año pasado, el pastor Harold Camping levantó una campaña mundial anunciando que el mundo se acabaría el 21 de mayo de 2011, esa fecha llegó y sus fanáticos seguidores esperaron todo el día y tampoco, nada; uno esperaría que el anciano de noventa años se quede tranquilo, pero no, volvió a decir que se había equivocado en su plan matemático, y dijo que el fin del mundo sería el 21 de octubre pasado próximo, y como ya sabemos, vino la fecha y se fue; espero que el hermano Harold Camping esté descansando y no usando su computadora otra vez… Como nadie, excepto Dios mismo, sabe “el día y la hora” del fin del mundo, éste puede ser en cualquiera de los días del 2012, 3012 o tal vez en el 4012. Lo que sí me llena de admiración y gozo es la misericordia de Dios con los seres humanos, pues antes de que tal acontecimiento ocurra, Él mantiene su oferta de salvación y vida eterna por medio de su hijo JESÚS. De esta manera, podemos decir con el apóstol Pedro: Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2 Pedro 3:8,9 RV60). Siempre pienso esto, Dios no tiene en su muñeca un reloj suizo, ni en su pared un calendario que le regalaron en diciembre. El tiempo de Dios no es nuestro tiempo, y cuando llegue, no existe un lugar en donde nos podamos esconder: Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. (Apocalipsis 21:1 RV60). Este año, empinémonos sobre la gracia de Dios, anunciemos su salvación, y si ha llegado la hora de irnos con Él, o la hora en que Él venga por nosotros, recordemos que Él es Dueño, tanto del más acá como del más allá. ¡Él es nuestra pasión y triunfo en esta vida y la próxima!
Oración:
Amantísimo Padre Celestial
Has puesto eternidad en el corazón de los seres humanos y nos invitas a hacernos miembros de tu familia. Padre, no me toca a mí saber el futuro, pero tú sí lo sabes, y estoy en tus manos, eso me basta. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
A menos que reconozcamos nuestros límites como seres humanos, nos sujetemos a la soberanía divina, y confiemos en el SEÑOR del universo, del tiempo y de nuestras vidas, terminaremos desesperados como los que no tienen esta bendita esperanza.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?