La plataforma de lanzamiento de la pasión evangelizadora es la Iglesia Local. Esto lo entendemos mejor al estudiar un poquito el trasfondo del vocablo. En los tiempos en los cuales se escribió el Nuevo Testamento, Grecia era la cuna de la democracia o del “gobierno del pueblo y para el pueblo”, no había un gobierno central; estaba organizada por ciudades estados, cada ciudad principal tenía su propio gobierno.
Entendemos que la tarea de gobernar recaía en ciudadanos competentes para la buena y recta administración, éstos debían residir en la ciudad y eran llamados a formar la “ekklesía” o asamblea legislativa, el significado de la palabra “ekklesía” era los “llamados afuera” o escogidos con el propósito del servicio a su comunidad.
De igual manera, el vocablo griego “ekklesía” fue utilizado primeramente por JESÚS, para referirse a las agencias del reino de DIOS en esta tierra, o sea, a las distintas asambleas que se congregan en el nombre de JESÚS, quien es la cabeza de la “ekklesía” o de su “Iglesia” que el término castellanizado. Es igualmente importante saber que de las ciento diez veces que se habla de la iglesia cristiana en el Nuevo Testamento, noventa y dos veces se refiere a lo que hoy denominamos la iglesia local, cuando se dice, por ejemplo, “la iglesia de Jerusalén”, “las iglesias de Galacia”, “la iglesia que está en tu casa”.
Por supuesto que también se utiliza el término iglesia para designar, en sentido figurado, el Cuerpo total de los miembros de la Iglesia de JESÚS, escogidos tanto en la tierra como en los cielos, que son y serán parte de la familia de DIOS en la Nueva Jerusalén, la ciudad que está por venir al final de la historia de la humanidad.
Por el Nuevo Testamento, está claro que JESÚS tuvo interés en fundar Su Iglesia (Mateo 16:18; Hechos 2), que la amó y se entregó a la muerte por ella (Efesios 5:25). ¡El alto precio que el SEÑOR dio por su Iglesia, nos da una idea del valor que ella tiene delante de sus ojos! En efecto, JESÚS murió para “congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan 11:52).
Por añadidura, “Vayan” es el imperativo que nos mueve hacia la evangelización por dondequiera que DIOS nos lleve en esta tierra; “hagan discípulos de todas las naciones” es el imperativo que enfatiza el discipulado a todo nuevo creyente. De esta manera, el creyente nace, pero el discípulo se hace.
En la misma línea, a las iglesias locales, DIOS le ha dado autoridad para enfrentar con éxito los ataques de las otras “autoridades espirituales”, sean físicas o supranormales, “…edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18b NVI). “El fin de todo esto es que la sabiduría de DIOS, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales” (Efesios 3:10 NVI).
De manera que, la iglesia local a la cual usted asiste es su hogar espiritual; es como el gimnasio en donde usted se entrena para aprender a amar, a perdonar y a crecer hacia la madurez en la vida cristiana. Y, sobre todo, aprender a amar, tal y como JESÚS ama a su iglesia con un amor supremo. Importantísimo que uste aprenda y practique: la oración, la evangelización y el discipulado. Sin embargo, nunca olvidar que usted es un misionero de la Palabra y llevar el Mensaje a través de la evangelización a los que están sin CRISTO, es su prioridad. No debemos quedarnos, estancados. Como alguien dijo con mucha claridad: “La iglesia que no evangeliza se fosiliza”.
Creí en el regalo de la salvación a través de mi fe en DIOS y el arrepentimiento del pecado y mis pecados en mí, en abril de 1963 por cuatro meses busqué como llegar a mi verdadero hogar aquí, en la tierra.
Así que el segundo domingo de agosto de 1963, llegué a la Misión Bautista Emanuel, y ahora, Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas, Venezuela y desde allí, DIOS me formó: aprendí que la misión de la iglesia local es glorificar a DIOS trayendo personas a Él, edificándolas como Sus discípulos, y luego enviándolas a plantar nuevas agencias del Reino de Dios, en todo el mundo. Sí, la iglesia local es la plataforma de la evangelización.
¡Adelante, siempre adelante!
¡Feliz DOMINGO del SEÑOR!
PADRE ETERNO:
Gracias por haberme traído desde hace años a tu Iglesia para entrenarme en tus caminos, y aprender a servirle a mi prójimo con todo gozo y entusiasmo. Ayúdame a servir como tú lo harías. En el nombre de JESÚS, amén.
La iglesia se compone de gente como yo, nosotros debemos hacer de ella lo que DIOS quiere que sea.