miércoles, 22 de septiembre de 2021

¿DÓNDE ESTÁS DIOS?

 Mis amados perlistas, estoy de retorno, desde Toronto. ¡Grandes cosas para el Reino están ocurriendo por estos lados, en medio de una pandemia que no da tregua! ¡Gracias por regalarme sus oraciones siento que ustedes estuvieron batallando conmigo y ganamos
Francisco Aular
faular @hotmail.com
Quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren. 2 Corintios 1:4 (NVI)


¿Dónde está DIOS cuando sufro? Cuando Mary y yo, estudiábamos en el Seminario, teníamos un familiar muy grave, hospitalizado. 

Nuestro Seminario estaba situado en una colina a las afueras de la Ciudad de Los Teques, mu cerca de Caracas, en Venezuela. En las noches, la zona era muy oscura y el clima algo frío ponía una cortina de niebla, casi permanente en aquella época del año. Vivíamos en un apartamentito en frente de la Biblioteca. 

Serían las ocho de la noche, habiendo terminado nuestras tareas para el día siguiente, nos marchábamos a nuestra casa. En eso, por la pendiente vimos dos carros, el primer vehículo conducido por nuestro rector, el Dr. Roy Lyon, y el segundo conducido por nuestro pastor y profesor el Dr. Roberto Tucker. Ambos salieron de sus vehículos, se acercaron a nosotros. 

Al verlos allí, sin decirnos palabra alguna, comprendimos que nuestro familiar, había partido con el SEÑOR. El Dr. Lyon, nos invitó a su casa y fuimos. Allí su esposa Alma Ruth, había hecho un ambiente para nosotros. Los tres nos abrazaron y nosotros, lloramos. 

El hermano Tucker, nos leyó la palabra. El Dr. Lyon oró para que nuestros corazones fueran fortalecidos durante y después de los arreglos fúnebres. Y, además supiéramos que DIOS estaba con nosotros: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10 RV60) ¡No hay que decir que aquellos tres siervos de DIOS, nos consolaron!

¿Dónde está DIOS cuando sufro? Puedo garantizarte que DIOS está en donde siempre ha estado, en control de todo hasta en los detalles más pequeños, Sí, Él, está presente y no está callado: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! Dios ha plantado en los cielos  un pabellón para el sol. (Salmo 119:1-4) 

Ahora bien, debo ser muy sincero: muchas cosas para mí son inexplicables, sería un charlatán si buscara una explicación, que me deje satisfecho del todo: ¿Por qué sufren y mueren los niños? ¿Por qué gente buena y joven trágicamente perecen? ¿Por qué un asesino acaba con una vida honrada y útil? ¿Por qué nuestro mundo actual va hacia lo absurdo en vez de lo razonable? ¿Por qué los desastres naturales en que miles de personas mueren en minutos? ¿Por qué, DIOS no está aquí, cuando más lo necesito? 

Al contrario, he comprobado con mis ojos llenos de lágrimas que preguntas de este tenor de “¿Por qué?” nos llevan al pasado, y piden explicaciones que no tendrán respuestas fáciles, y que de verdad, digámoslo sinceramente: no consuelan. ¿Qué diferente es buscar un propósito en nuestro sufrimiento? Entonces, la pregunta  correcta es: “¿Para qué?” El apóstol Pablo, nunca negó sus sufrimientos, es más dio un propósito elevado para asumirlos: Ahora me alegro de sufrir por ustedes, pues así voy completando en mi propio cuerpo los sufrimientos del cuerpo de Cristo, que es la iglesia.(Colosenses 1:24 LBLA)

¿Dónde está DIOS cuando sufro? Alguien le preguntó al pastor Warren Chandler, en su enfermedad terminal: “¿Dígame francamente, ¿teme cruzar el río de la muerte? Él, contestó: ¿Por qué he de temer? Mi Padre es dueño de la tierra de un lado como del otro.” 

Ciertamente, al igual que los cristianos de todos los siglos, todavía estamos aquí para consolar a los demás, entre otras cosas, porque nosotros mismos pasamos por los mismos dolores y tragedias como los demás seres humanos. 

La verdadera espiritualidad cristiana, no niega la enfermedad declarándola inexistente. Eso es estoicismo vano que nos lleva a mayores sufrimientos al comprobar la realidad. Por el contrario, la verdadera espiritualidad reconoce que DIOS está en control a pesar de todo, que también la enfermedad humana y el sufrimiento son propios de nuestra fragilidad humana aquí en esta tierra, en donde vamos de paso, y que la enfermedad, los problemas y circunstancias difíciles por las cuales pasamos, no son un fracaso, sino una oportunidad para templar un carácter conforme al propósito eterno de DIOS. 

¿Dónde está DIOS cuando sufro? Consolándonos para que pongamos nuestra mirada en Él, y no en nosotros. De esta manera, podemos consolar a otros. DIOS que, en Su forma de JESÚS, lloró. Conoce muy bien a los seres humanos, Él enviará a otros amados a consolarnos y estar con nosotros, a pesar de todo. ¡Allí está Él!

Oración:
¡Señor, lo que me pidas, Te doy!
ya sea en el valle peligroso,
o en medio del verano copioso;
si me mandas SEÑOR contigo voy.
Con ánimo pronto y muy sincero,
respondo inmediato a tu llamado.
Conozco bien la voz del Ser Amado
y atenderlo a Él, es lo primero.
¿SEÑOR que pides Tú de mí?
Cualquiera cosa que sea te digo: sí,
y la victoria del martirio ciño.
¡No me quites SEÑOR el sufrimiento,
si lo exiges por Ti, sufro contento;
y mi fe se hace pura como un niño!
Perla de hoy:
Cuando sufrimos Aquel que sufrió en una cruz nos enseña que el dolor nos conduce a un plano superior.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra? 
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
 

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