Francisco
Aular
Lectura
devocional: Marcos 15:21-41
Mas Jesús, dando una gran voz, expiró.
Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. Y el centurión
que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo:
Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. Marcos 15:37-39 (RV60)
“¡Mira
Francisco, se parece a una calavera!”, me dijo el hermano pastor Ramón
Bejarano, al ver la colina que se levanta de doce a quince metros desde el
Jardín de la Tumba. El lugar es redondeado en la parte superior, un par de cavernas,
una roca saliente como una nariz, una hendidura larga en forma de boca, y una
protuberancia más abajo, como una quijada. “¡Asombroso parecido, asombroso!”
Respondí.
Desde
luego, que cuando uno viaja por tantos países se encuentra con lugares famosos,
marcados por la historia, pero ninguno tan famoso como el Calvario. Allí
se cometió el crimen más horrendo de todos los tiempos, y la próxima semana,
todos viajaremos hasta el Calvario con JESÚS, nuevamente, para escuchar las
Siete Palabras pronunciadas por Él en la cruz, porque estas palabras son tan actuales
como cuando JESÚS las pronunció por primera vez. En realidad son frases
coherentes de nuestro Señor y Salvador:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que
hacen.” Es la palabra de perdón para aquellos ciegos y muertos
espirituales que lo llevaron a la cruz, y para nosotros. Así es, hoy todos
nosotros, a más de dos mil años, sí sabemos lo que hacemos, cuando rechazamos su
mensaje de amor, fe y esperanza.
“Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Es la
palabra de seguridad al ladrón que se arrepiente de sus pecados y confiesa su
fe y confianza en JESÚS.
La palabra de
la responsabilidad y provisión
social hacia la mujer, su madre -la mujer que Dios eligió para que JESÚS se
encarnara por el poder del Espíritu Santo (Lucas 1:31)-, y hacia Juan, el
discípulo amado: “Mujer he ahí a tu
hijo…”, y al discípulo: “He ahí a tu
madre”.
Luego
vendrá la palabra de posición: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” JESÚS asume nuestra posición
como pecadores; ¡nuestros pecados hacen separación entre un Dios santo y el ser
humano pecador!
“Sed tengo…” es la palabra de
padecimiento como Hombre entre los hombres.
Así,
llegamos a la palabra que hace un inventario, y sabe que la deuda ha sido
cancelada: “Consumado es.” ¡Quiere
decir que la historia de la salvación ha llegado a su final! Jesús pagó todos los
requisitos que la santidad absoluta de Dios exigía: “El justo por lo injustos
para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:8). ¡Este es el Evangelio! ¡Son las buenas
noticias de salvación! ¡Las puertas de los cielos se han abierto de par en par!
Ahora, sí podemos vivir y morir en paz.
Nuestro
Señor y Salvador exclama con todas las fuerzas que le quedan: “Padre, en tus manos, encomiendo mi espíritu.”
¡Fue una entrega de confianza total en el Padre! Cuando el centurión dijo: Verdaderamente
este hombre era Hijo de Dios, la tragedia y crisis de la cruz
se convirtió en triunfo.
Las Siete Palabras
I
“Padre”, exclama el divino penitente:
“Perdónalos porque no saben lo hacen”…
Mientras la sangre resbala por su frente,
grita la turba con palabras tan hirientes
que a los enemigos de JESÚS complacen…
II
Pero un ladrón reconoce que es pecador
Y a un paso de la muerte vino a JESÚS, sumiso
Y JESÚS le dio seguridad total a su clamor,
y al hablar le dio su gracia y su perdón:
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”…
III
“Mujer he ahí tu hijo…, hijo he ahí tu madre”,
Sonó aquella voz del Bienamado…
Ofreciéndole a ambos provisión total
Mientras Él agonizaba en la cruz clavado,
Porque es Amor que derramó su esencia,
Que a todo pecador da su presencia…
Y nunca lo deja abandonado.
IV
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado”…
Allí está JESÚS en una soledad total
Su sangre brota de sus manos y
Costados…
Palabra que traspasan el ámbito
eternal…
Palabra de victoria
Sin igual…
V
“Tengo sed”, hoy me duele repetirlo
es Palabra que lastima el corazón
qué fuerte para mí…, poder decirlo
y como JESÚS poder vivirlo…
En medio de la angustia y el dolor…
VI
“Consumado es”, el Plan de salvación
Terminada es la obra redentora
Es cumplimiento total
Al activar la fe salvadora…
El ser humano por su gracia es ¡inmortal!…
VII
“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”
Padre mío, volver quiero a tu lado,
en esto mi confianza es total….
Como a JESÚS un día viernes,
la muerte tocará el portón…
Pero el domingo, ¡resucitaremos en gloria!…
Entonces con gozo exclamaremos:
“¿Dónde
está, oh muerte
tu aguijón?…”
“¿Dónde, oh sepulcro,
tu
victoria?…”
Francisco Aular
Toronto
05042012
Oración:
Amado JESÚS:
SEÑOR, Tú nos dices en tu Palabra que existe “tiempo
de llorar y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar”, hoy es el
tiempo de recordar, una vez más, la verdadera razón para vivir y morir: Tú.
Ayúdame a cumplir con el propósito de anunciar esta verdad: Nadie vivió como tú
viviste, nadie sufrió como tú sufriste, nadie murió como tú moriste. Que no
tenga yo un corazón indiferente ante la inmensidad de tu amor por mí. Oro en tu
Nombre mi amado JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Alabe
al Señor JESÚS, porque el triunfo del Crucificado en la cruz es nuestro triunfo
también.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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