viernes, 30 de diciembre de 2016

Un año más

Francisco Aular
Viernes, 30 de diciembre de 2016
Lectura devocional: Jeremías 8:18-22
Un año más
Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Jeremías 8:20 (RV60)
¡Feliz y bendecido Año Nuevo a todos en todas partes!
Estamos a horas del Año Nuevo 2017, desde luego permítanme un grito desde lo mas profundo de mi alma: ¡Gracias! A ustedes amados perlitas que día tras día reciben a sus Perlas del Alma en sus correos y otros por el blog:  http://perlistasoy.blogspot.com, Y desde luego también por Facebook… ¡Gracias por compartirlas con otros! Pudiera pasar un buen tiempo hablandóles de las personas que han venido a Cristo por esta medio, los que se han bautizado y la ayuda en la formación de nuevos grupos y a los plantadores de las nuevas iglesias. ¡Alabado sea el Señor por todo esto! ¡Ha valido la pena el esfuerzo, poner en la medida de nuestras fuerzas, un granito de arema en levantar el edifidicio del Señor y en aprender a sacar perlas de nuestros problemas, sufrimientos que como todo ser huamano, nos enfrentamos.
Dios mediante, desde este próximo lunes 2 de enero de 2017, y si usted quiere estaré llegando también por Whatsapp, en una forma de audio. Estoy formando una lista para hacerlo posible, fíjese lo siguiente, no pondré en esa lista, sino a los que me lo pidan por el +4163586115… Por favor, escriba: Lista Perlas del alma… Esa Perla del Alma, le llegará todos los días a su mobil , con las grandes ventajas que conlleva ese medio. No responda, o comente a ninguna de las perlas por esa vía porque son muchas las direcciones que poseo y que en el período de prueba han manisfestado, ¡son más de doscientas hasta ahora!… Sus comentarios serán bien recibido como  siempre por perlasdelalma@gmail.com, Igualmente a los amados que tienen programas de radio y quieran utilizarlas, solamente háganmelo saber. Me estoy esforzando para que cada audición no pase de los 10 minutos. Nos aconsejaba nuestro amado e inolvidable profesor de homilética, Don Germán Núñez Bríñez que diéramos, comida completa a los hermanos y no empanaditas o bocadillos…¡Eso es mi desafío cada vez que escribo o grabo a Perlas del Alma, darles una buena ración de alimento espritual!
Por otra parte mis amados, que gran honor y privelegio especial del Señor a los que tenemos el llamado para llegar a tanta gente, todos los días y poder servirles de inspiración para seguir en esta divina vocación y la esperanza viva que poseemos por la gracia del Señor en nuestro amado JESÚS. Por favor, les ruego que continúen regalándome sus oracioes día tras día: orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio.” (Efesios 6:18,19, RV60)…
Pero volvamos al tema de hoy: Un año más.. En efecto, Jeremías, escribió en un tiempo difícil y predicó 12 grandes sermones pero la reacción negativa del pueblo contra el Profeta y el mensaje de Dios que portaba condenaron a Judá a sufrir un cruel destierro de 70 años. Que enseñanza tan grande: Dios nos da  un tiempo para que vivamos, nos arrepintamos de nuestros pecados y nos encontremos con Él, alegorizando es como un año viejo que nos deja… Pero la misericordia de Dios, ¡es como un año nuevo de grandes oportunidades! Después de 70 años de castigo el Profeta Jeremías, promete que el pueblo del Señor retornará! Como siempre el amor inagotable del Eterno es manifiesto, la historia nos dice: ¡Que Israel tuvo un año nuevo con el Señor!
Delante de nosotros está el 2017, no sabemos lo que nos traerá, sin embargo, pueden ocurrir grandes cosas, entre ellas, nuestra salvación eterna. Esto digo mejor en un poema a continuación. Se los dejo:
Un año más
Pasó la siega, terminó el verano,
 y nosotros no hemos sido salvos.
Jeremías 8:20 (RV60)
I
Viejo año, ¡que raudo te vas!:
y no volverás a mi calendario,
¡que triste es la realidad! Y, como
el Profeta, hago el comentario:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos.”
Viejo año, ¡no te vayas! ¡No te apresures!
Porque nosotros como todo humano,
al principio lloraremos tu ausencia, pero
un año más, es tiempo olvidado:
Que puso en mi rostro sus huellas…
y dejó mi cuerpo un poco encorvado,
llenaste mis sienes de preciosa plata,
y dejaste sin fuerzas, mis manos…
¿Por qué vuelas siempre así tan veloz?
Tal vez, ni respondas a mi  comentario:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos.”
Pero no regresa lo que ya se fue,
no se puede deshacer lo andado.
Esta vida es solo un paréntesis de
la eternidad que Dios nos ha dado…
para que busquemos a JESÚS,
mientras pueda ser hallado…
JESÚS, es el camino, y la verdad y la vida.
Salvación nos ofrece como un Regalo.
Esta vida humana es tiempo fugaz,
que Dios ha prestado.
¿Qué triste será? Oírte decir,
cuando tu tiempo lo hayas gastado:
“Pasó la siega, terminó el verano,
y nosotros no hemos sido salvos.”
II
Tu misericordia es tan grande Señor
y amas en gran manera al ser humano,
que hoy llega a nosotros otra oportunidad:
que viene vestida de un Nuevo Año…
Tal vez, venga lleno de felicidad,
o de penas o risas de tiempos dorados…
¡Es un año más que me das Señor!
De ti ¿recibiremos lo bueno y no lo malo?…
En este momento escucho de nuevo,
la voz del Señor que exclama llamando:
“Pecador, ven a Cristo JESÚS
          y feliz para siempre serás,
que si tú le quisieres tener
       al divino Señor, hallarás.
       Ven a Él, ven a Él,
       Que te espera tu buen Salvador,
       Ven a Él, ven a Él
Que te espera tu buen Salvador” (1)
¡Oh Señor aquí estoy, me arrepiento
y acudo a tu dulce llamado!…
¡Gracias Señor por llenarme de ti
salvo soy, salvo soy, me has salvado!
Y ahora, un año más
es un tiempo ganado.
Voy por el mundo feliz
y el amor de mi Cristo, cantando…
El desierto y la noche no me dan temor
Pues marcha conmigo, mi JESÚS amado…
Y diré por fin al final del año:
Ha pasado el otoño triste,
y el invierno helado…
Pero vive en mí, ¡la eterna primavera
Del CRISTO resucitado!…
Un año más, y ahora puedo decir:
Lleno de gozo y bien apasionado:
¡Pasó la siega, terminó el verano
y una gran cosecha el SEÑOR ha dado,
y nosotros… Sí hemos sido salvos!
Francisco Aular
Toronto, 30 de diciembre de 2016
(1) Himno #62 ENHP, CBP,1982


jueves, 29 de diciembre de 2016

El paso del tiempo

Francisco Aular
faular@hotmail.com

Lectura devocional: Salmo 90:1-12
Para ti, mil años son como un día pasajero, tan breves como unas horas de la noche. Salmo 90:4 (NTV)

Estamos viviendo las ultimas horas del año viejo y un año nuevo que viene como una página en blanco para llenarla con la historia de cada uno de nosotros. Me lo imagino como los lugares por donde anduve en este año caminando en el verano, pero ahora estamos en pleno invierno; anoche, después que nevó se creó un paisaje hermoso y sin huellas, pero, luego, yo camino sobre la nieve, y dejo mis huellas marcadas; así veo este nuevo año. Haremos historia en nuestro pasar por este nuevo año como en los anteriores. ¡Que el Padre nos ayude a cumplir con nuestra misión histórica a la luz de nuestro destino eterno con Él!
Moisés, el autor del salmo 90, compara la vida en la tierra con un día y sus horas, con una vigilia nocturna, con un torrente de aguas; la vida como un sueño, como un suspiro, como la hierba del campo. Moisés nos dice también: “Si las fuerzas nos ayudan podemos vivir setenta años, y aun llegar a los ochenta; pero no tiene sentido que vivamos tanto tiempo: esa vida de angustias y problemas pasa pronto, lo mismo que nosotros” (Salmo 90:10; LBLA). Dios le dio a Moisés la bendición de vivir mucho más tiempo de lo que él mismo había pensado: “Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor” (Josué 34:7; RV60).
Ciertamente, este tiempo nuestro “bíos”, que se mueve entre los extremos de la cuna y la tumba, pasa como el vuelo del águila. Nada existe tan fantástico ni tan irreal como el tiempo, el cual nos despierta a los manantiales de la vida y luego como dijo el poeta, “nos precipita a los ríos, que finalmente van a dar a la mar que es el morir…”.
En mi oficina de trabajo, en el templo de la iglesia que alquilamos, también alquilan a una guardería infantil y a una organización de ancianos entre los setenta y noventa años, aunque, todavía pueden valerse por sí mismos, de esta manera paso varias horas del día entre la alegría de los cantos infantiles y la hermosa algarabía de los niños, y los cánticos nostálgicos de los ancianitos. Unos aprenden a vivir y los otros aprenden a morir. Es inevitable el paso del tiempo.
Andersen, el de los cuentos infantiles, decía que el tiempo pasa de tal forma que si no recordamos a Dios en nuestra juventud, puede que seamos incapaces de encontrarlo en nuestra vejez. En todo caso, para encontrarnos con Dios, siempre estamos a tiempo. Y ahora, cuando todavía puede usted encontrase con Dios, en estos últimos días del año, ¿por qué no lo hace? Justamente, tuve el privilegio de encontrarme con Dios en mi juventud, y el año que viene, estaré cumpliendo 54 años en mi andar con JESÚS. ¡Lo digo con gozo al constatar no mi perseverancia, sino la paciencia, misericordia y la fidelidad de Dios conmigo! Todavía me lleno de gozo al recordar aquellos primeros días de convertido con una nueva visión y pasión: ¡Hacer de mi andar con el SEÑOR la prioridad de mi vida! Cuando acepté el regalo de la Vida Eterna, obviamente, la Vida que nunca se acabará en JESÚS, le hice caso a Él y a sus palabras, cuando nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6; RV60). No intente en estos días, cuando en la cristiandad nacida de nuevo celebramos a JESÚS, desviarse con otras distracciones que el mundo nos ofrece. Justamente, JESÚS vino del cielo a la tierra para decirnos que el tiempo de Dios para la salvación del ser humano había llegado: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15; RV60), desde entonces, la tumba no es el final para el que tiene a JESÚS viviendo en él por el poder del Espíritu Santo (Apocalipsis 3:20). El mismo que engendró a JESÚS en el vientre de una virgen, el Espíritu Santo, es capaz de salvarnos y llevarnos a Dios a través de JESÚS, después de esta vida, porque, así lo afirmó el Hijo de Dios cuando dijo: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá” (Juan 11:25; RV60) ¿Quiere usted poseer esta vida también? Si usted necesita ayuda espiritual, escríbame a la dirección que está en el encabezamiento de este devocional. Entonces, digamos como Moisés: Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmo 90:12, RV60). De esta manera, como millones que hoy vivimos, no tendrá temor ante el paso del tiempo.
Oración:
Padre eterno:
¡Bendito sea tu Nombre por tu plan y el propósito que tienes en mente para el ser humano! Ayúdame a proclamar que hay esperanza en Aquel que nació en una cuna de paja para que nosotros viviéramos en el castillo de tu reino eterno. ¡Esta es la Navidad! En el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La Palabra de Dios nos dice que habrá tormentas en nuestro breve paso por esta vida, pero Él nos protegerá e irá con nosotros mientras pasa el tiempo aquí e irá con nosotros después de la jornada.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

miércoles, 28 de diciembre de 2016

En el año Nuevo: ¡Sé como JESÚS!

Francisco Aular
Lectura devocional: Efesios 4:1-16
En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia. Efesios 4:15 (NTV)

Cuando vemos que el hijo se asemeja tanto en personalidad como en carácter al padre, decimos: “De tal palo, tal astilla”; en realidad, en la fe cristiana, el Padre quiere que nosotros seamos en todo como su Hijo JESÚS: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Efesios 1:4,5 RV60). Solamente Dios tiene una respuesta para la salvación del ser humano, adoptarnos como sus hijos y, ¡hacernos como su Hijo JESÚS! Pero esto no ocurre automáticamente en el ser humano, y por eso, necesitamos arrepentirnos de nuestros pecados, alcanzar el perdón de Dios, y nacer de nuevo (Juan 3:3), y como bebés espirituales crecer, “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13 RV60). En efecto, como decía mi pastor Eusebio Pérez Domínguez: “Lo que no nace no crece”. ¡Parecernos a Cristo no es una opción, si nacimos de nuevo es necesario que esa transformación se vea en nosotros! “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6).
Pues bien, ser como JESÚS es un riesgo, Él mismo lo dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23 RV60). El Señor JESÚS nos exige un amor supremo y una lealtad a toda prueba, “tome su cruz cada día” suena muy suave hoy porque la cruz,  para muchos de sus seguidores, ha venido a ser parte del vestuario, un adorno y nada más, o simplemente, un símbolo al cual algunos adoran. Pero en los días de JESÚS, la cruz era símbolo de vergüenza y muerte, así que ¡ese cristianismo ligero, como una dieta alimenticia que hoy en día se vive, no aparece en el Nuevo Testamento! JESÚS fue muy claro con sus discípulos, una y otra vez, él les dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33 RV60). El cristiano solamente encuentra paz a medida que crece, y en ese tránsito es probada su verdadera afiliación espiritual a través del sufrimiento, por la verdad, por las aflicciones, los problemas, las tentaciones, sus luchas, sus lágrimas, y aun, el martirio, pero sigue firme confiando en las promesas del Señor JESÚS, no mirándose a sí mismo; se parece a JESÚS en todo: ama como Él nos amó; perdona como él perdonó; y esa similitud, nos libra de llevar un cuaderno con las fallas de los demás y con lo que le han hecho para justificarse a sí mismo; no apela a la autoconmiseración que lo hunde en depresión, sino que pone toda su confianza en el Señor y Salvador JESÚS durante toda su vida en esta tierra; el verdadero discípulo de JESÚS sabe que su crecimiento hacia la madurez en Cristo no es una emoción pasajera, sino una decisión hecha con todas las fuerzas del espíritu, del alma y del cuerpo.
En fechas como ésta de fin del año, nos hacemos resoluciones para mejorar nuestro breve andar en esta vida, te propongo: en el Año Nuevo: ¡Sé como JESÚS!
Pues bien, recién llegado al Señor JESÚS hace unos 53 años, cayó en mi manos un poema del Pastor Braulio Perez Marcio, titulado: “Ser como Jesús” que dice:
Yo quiero ser así como tú fuiste, 
un amparo en el goce y en la pena, 
un consuelo, Señor, en cada triste, 
y un perdón para cada Magdalena…
Yo quiero ser así… Un abnegado 
Para todo dolor que me taladre, 
para el hombre que llora, 
hermano amado, 
y para el hijo que padece, madre…
Quiero tener tu espíritu sereno, 
ser un prodigio de misericordia,
ser entre todas las maldades, bueno,
ser lazo de amor en la discordia…
Quiero aprender la cuesta del Calvario,
subir por ella como tú subiste
con valor silencioso y temerario…
¡Yo quiero ser así como tú fuiste! 
Oración:
Amado Padre celestial:
Tú no quieres que yo sea un pequeño dios, sino que a través del sufrimiento de JESÚS, yo me parezca a Él; que a través de su resurrección, yo aprenda a confiar, que día tras día, el mismo poder que levantó a JESÚS de los muertos, está a mi disposición para vivir la vida cristiana en toda su plenitud. Gracias Señor por darme vida en JESÚS y hacerme tu hijo; ayúdame a ser como tu amado Hijo. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Arriesgarnos a ser como JESÚS en todo lo que somos y hacemos, habla de quienes somos y a dónde vamos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

martes, 27 de diciembre de 2016

Plegaria de fin de año

Francisco Aular
Lectura devocional: Salmo 90      
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría. Salmo 90:12 (RV60)

Padre Eterno: Al finalizar este año y frente el Año Nuevo, vengo delante de ti en espíritu de adoración, reconociéndome como un humilde instrumento en tus santas manos y estoy aquí de paso y debo contar mis días:
Enséñame a buscarte cada día en tu Santa Palabra, la Biblia. Ayúdame a mantenerme delante de ti por medio de la comunión contigo a través de la oración.
Enséñame que absolutamente todo en el cielo y en la tierra, la visible e invisible, comenzó en tu Mente.
Enséñame a responder la pregunta sin titubeos ¿Para qué estoy aquí en la tierra?
Enséñame que se trata de conocerte a ti por el nuevo nacimiento y luego crecer hasta tu plenitud.
Enséñame que fui planeado para agradarte porque mi destino final es vivir contigo para siempre.
Enséñame que fui hecho para ser parte de tu familia, tu Iglesia, la cual es el campo de entrenamiento en esta vida para la verdadera vida que nos espera al salir de aquí.
Enséñame que fui creado para ser como JESÚS y que como Él me corresponde vivir en medio de problemas, pruebas, dificultades, y vivir y morir “porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:36).
Enséñame que me has dado talentos, dones como habilidades espirituales para servirte a ti, a tu pueblo y a tus criaturas en general.
Enséñame que fui hecho para una misión: Ayudar a alcanzar a este mundo con el mensaje de tu Evangelio y de la salvación que nos ofrece como un regalo en JESÚS.
Enséñame que la felicidad no es algo que se alcanza sino que se vive, es disfrutar ahora lo que en tu gracia me has dado.
Enséñame a realizar el trabajo que me has dado con gozo en mi corazón y hacerlo como para ti, y no para los demás seres humanos.
Enséñame a enfrentar las pruebas para que los músculos de mi fe se fortalezcan.
Enséñame que tu Reino no es ni será de este mundo, y a ocuparme en tus negocios que es dar vida al muerto, oído al sordo, vista al ciego, libertad al cautivo y buenas nuevas al pecador.
Enséñame que el arrebatamiento de tu Iglesia, está cerca, y que lamentarse es mirar hacia atrás, preocuparse es mirar alrededor, pero la esperanza mira hacia ti y el fabuloso mañana que nos espera.
Enséñame a amar como tú amaste desde el principio hasta el final y subir la cuesta del Calvario: “sin reservas, sin retiradas, sin lamentos”.
Enséñame a mostrar tu paz en donde la guerra se asoma; dar amor en donde el odio reina; a perdonar y pedir perdón y cerrar con ello, las raíces de amargura; a levantarme cuando caiga; ser la esperanza cuando todo se haya perdido; ser la alegría cuando la tristeza como un manto negro llegue; ser sal y la sazón en un mundo desabrido; ser la chispa de fe en medio de las dudas, y ser luz en medio de las sombras.
Enséñame que la verdadera sabiduría espiritual, es no buscar ser servido sino servir; buscar ser amado sino amar; ser consultado sino consultar; ser tomado en cuenta sino estar allí sin otra intención que ser útil; que no busque la alabanza sino alabar a otros; ser ante todo, un constructor de puentes y no de muros.
Enséñame a tener por ti, un corazón apasionado en lo que soy y lo que hago, y con un grito de alabanza terminar esta carrera con gozo.
Enséñame a ser ejemplo constante y dinámico frente a mi familia y mantener en todo momento este desafío: “Pero en cuanto a mí y a mi familia, nosotros serviremos al Señor.” (Josué 24:15, NTV).
Oración:
Padre eterno: Reconozco en esta hora que tú has estado a mi lado desde que fui concebido, cuando yo llegué tú estabas allí; y también sé que estarás conmigo, sonriéndome cuando yo salga porque escucharé tu voz, la misma voz que hizo todo, si es tu voluntad: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25:21 RV60).
Oro en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Un Nuevo Año es una nueva oportunidad que Dios nos da para hacer la diferencia en este mundo. ¡Feliz Año Nuevo!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

lunes, 26 de diciembre de 2016

JESÚS:¡El poder de la esperanza!

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Isaías 9:1-7 
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Isaías 9:6 (RV60)

"Este año el horizonte de la esperanza se oscureció (…) parece que el mundo se está derrumbando mientras se acumulan las crisis y se extiende la enfermedad".  Así se expresó hace unos año el Exsecretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, ante 140 jefes de estado de los países que componen esta máxima organización, sobre el oscuro panorama de la situación mundial. Por eso podemos afirmar contundentemente que lo que el mundo necesita es el verdadero mensaje de la Navidad: ¡el poder de la esperanza!
Ahora bien, ¿qué es la esperanza? El diccionario RAE, entre otras acepciones, nos dice: “Es la doctrina cristiana, virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido”. Pero, la esperanza es más que eso. Ciertamente, la Navidad es el encuentro de muchas escenas en pocas horas, pero, todas ellas en cumplimiento de las profecías predichas en el Antiguo Testamento mucho antes de la Encarnación de JESÚS: “Alaben al Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo. Nos envió un poderoso Salvador del linaje real de su siervo David, como lo prometió mediante sus santos profetas hace mucho tiempo” (Mateo 1:68-70, NTV). De esta manera  pudiéramos decir que todo el fundamento de nuestra fe cristiana se resume en la esperanza, al lado de la fe, y el amor (1 Corintios 13:3). ¡Solamente la esperanza nos hace hombres y mujeres de fe y de amor! Sin la esperanza un cristiano nacido de nuevo es solamente un cascarón vacío en un mundo que necesita creer, vivir y vencer.
Usted no puede leer las profecías de la Biblia sobre el nacimiento del Mesías sin la esperanza de su fiel cumplimiento. Porque dichas promesas se han hecho realidad en medio de situaciones muy parecidas a las que confrontamos es estos días en el mundo: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2, RV60). Nunca como hoy una densa oscuridad se desplaza trayendo sobre la humanidad, dolor y angustia; hay un clima sombrío que amenaza con llevarnos a la depresión y destrucción final como seres humanos.
La Biblia nos habla de cuando nosotros no habíamos experimentado el nuevo nacimiento: “En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza” (Efesios 2:12, NTV). ¡Es imposible que los dirigentes mundiales de ayer, hoy y mañana nos den de lo que no tienen, esperanza! Solamente los cristianos nacidos de nuevo pueden ser realistas y optimistas al mismo tiempo con relación al mundo y a su futuro: Anunciando el misterio que se ha mantenido oculto por siglos y generaciones, pero que ahora se ha manifestado a sus santos. A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:26,27; NVI).
Por otra parte, la esperanza no es solamente sentarse a esperar que Dios nos ayude, ¡la esperanza cristiana no es algo sino Alguien: JESÚS! Es más que una fe subjetiva porque es actuar en hechos concretos como lo hicieron los cristianos nacidos de nuevo del primer siglo. Ellos emprendieron grandes cosas en el nombre de Dios y se lanzaron a la conquista de un mundo en tinieblas, porque creyeron a la verdad bíblica: “Cristo en ellos, la esperanza de gloria”. En otras palabras, como lo dijo un hombre de Dios: “La esperanza se nos da a favor de los que no la tienen”.
Le confieso que la presentación que Dios hace en la profecía del nacimiento de su Hijo JESÚS me deja sin aliento por lo asombrosa: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6, RV60). Sí, ¡JESÚS es la única esperanza! Así, que por todo esto soy optimista a tiempo completo. Por ello, hoy viviré con la esperanza que vive en mí y se la mostraré a los que no la tienen.
Hoy renuevo mi fe, amor y esperanza que me conducirán a un mundo nuevo. Utilizaré la esperanza como la llave que me abre el futuro; Dios no me sembró en su viña para la queja, la crítica o el desánimo, sé que no solamente tengo esperanza, sino que soy la esperanza; soy un embajador plenipotenciario del Creador del universo; mostraré con mis hechos y actitudes que esta única vida humana que poseo (bíos) y la vida eterna (zoé) que coexisten en mí, valen la pena vivirlas en la plenitud de la esperanza. ¡No me enredaré en nada que turbe la esperanza que vive en mí!
Hoy, en medio de la aflicción más profunda sacaré fuerzas desde el santuario de mi alma, pondré en mi rostro la mejor de mis sonrisas mientras agradezco a Dios en una breve oración: ¡Gracias Eterno por darme nueva vida y nueva esperanza! Porque a pesar de todo, la Navidad muestra en un humilde pesebre: ¡El Poder de la esperanza!
Oración:
Padre Eterno:
¡Gracias por darme nueva vida y nueva esperanza por medio de JESÚS! Ayúdame a llevar esta Buena Nueva a quienes viven sin Dios y esperanza en el mundo. Que pueda mostrar tu gracia y el poder la esperanza en mí por dondequiera que vaya. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La Navidad muestra en un humilde pesebre: El Poder de la esperanza.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo

viernes, 23 de diciembre de 2016

JESÚS: El Regalo de Dios

Francisco Aular
Lectura devocional: 2 Corintios 9:6-15
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Mateo 1:21 (RV60)
¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo! 2 Corintios 9:15 (DHH)

La religión ha sido definida como el mejor recurso del ser humano para llegar a Dios, mientras que Dios envió a su Hijo amado como el Regalo al ser humano para salvarlo. ¡Gracias Señor por este regalo tan grande! Por eso, los cristianos nacidos de nuevo, celebramos la Natividad de JESÚS! Es más podemos afirmar que, ¡sin JESÚS, no hay Navidad!…
¿Quieres o no quieres celebrar la Navidad? Celebrarla o no celebrarla, no te quita ni te añade nada a tu salvación eterna. Porque el Cielo, no es un premio por lo que hagas sea bueno o malo, sino un Regalo incondicional de Dios a todos los pecadores que se arrepientan de sus pecados, y acepten a este Regalo en sus propias vidas: “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 6:23, NTV).
Por todo ello, la Navidad está llena de valores y recuerdos imborrables. El Cristianismo tiene historia. El Cristianismo es historia que estamos haciendo al andar, en medio de una sociedad secularizada, y una confusión religiosa en sectores de la cristiandad, que después de dos mil años, deberíamos estar claros. No es así. Por ello en este momento, no me volcaré a la historia de la Navidad, sino al sistema de verdades divinas que especialmente el Nuevo Testamento, nos brinda la Encarnación, muerte y resurrección de JESÚS. En efecto, muchas cosas ocurren al momento de nacer de nuevo. He contado al menos 33 de  estas bendiciones que por mi unión con JESÚS, me hacen rico y se cumplen las palabras del Apóstol: “Porque ya saben ustedes que nuestro Señor Jesucristo, en su bondad, siendo rico se hizo pobre por causa de ustedes, para que por su pobreza ustedes se hicieran ricos.” (2 Corintios 8:9 DHH).
¿En que consiste el Regalo que Dios nos hizo al nacer como JESÚS en aquella Navidad? Aquí están algunas de esas bendiciones que son nuestras porque en una Navidad, Dios nos la regaló en JESÚS. Entonces, dirás al contemplarlas y experimentarlas, la misma exclamación paulina: ¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo! 2 Corintios 9:15 (DHH) Lo pondré en primera persona porque la realidad es que Dios quiere verlas en mí y en ti primero, y desde allí en lo posible llevar esta Buena Noticia a otros. ¡Disfrútalas!
¿Quién soy en Cristo?
Yo soy hijo de Dios porque he renacido por el poder del Espíritu Santo y la Palabra de Dios y ahora soy simiente incorruptible que vive y permanece para siempre. (Juan 1:12;  1 Pedro 1:23).
Yo soy amigo de Cristo porque Él destruyó para siempre mi enemistad con Dios. (Juan 15:13).
Yo he sido justificado por la fe en mi amado JESÚS. (Romanos 5:1).
Yo estoy unido con el Señor y soy uno con Él en el Espíritu. (1 Corintios 6:17).
Yo soy nacido de Dios y el maligno no me toca sin permiso de mi amado Padre. (1 Juan 5:18).
Yo fui comprado por un elevado precio; Dios es mi Señor y Dueño. (1 Corintios 6:20).
YO soy miembro de la Iglesia del Señor, el Cuerpo de Cristo. (1 Corintios 12:27).
Yo he sido separado (santo) para Dios, por lo tanto, Yo soy un santo viviente para siempre. (Efesios 1:1).
Yo he sido adoptado como hijo de Dios con los mismos derechos de JESÚS. (Efesios 1:5).
Yo tengo acceso directo a Dios por medio del Espíritu Santo, todo el tiempo. (Efesios 2:18).
Yo he sido redimido y perdonado de todos mis pecados. (Colosenses 1:14).
Yo soy amado infinitamente por Dios. (Colosenses 3:12).
Yo soy fortalecido con todo poder para vencer los problemas y las circunstancias de la vida y brillar para la gloria de Dios. (Colosenses 1:11).
Yo soy un eterno agradecido por tantas bendiciones recibidas sin merecerlo, y doy gracias a Dios por todo y en todas circunstancias, por medio del Regalo que el Padre me dio por la Natividad de mi Señor JESÚS. (Efesios 5:20).
Yo soy coheredero de las riquezas de la gracia de Dios desde ahora y hasta reinar con mi amado JESÚS en la eternidad futura en la nueva Jerusalén. (Romanos 8:17).
Yo soy miembro de la Iglesia del Señor y mi nombre está escrito en el libro de la vida con la sangre de mi amado JESÚS, y el Señor me hará columna de su templo en la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén. (Apocalipsis 3:12).
Yo estoy completo en Cristo, este mundo con todas sus crisis y privilegios, no puede apartarme de Él. En JESÚS, todo lo soy y todo lo tengo. (Filipenses 4:13; Colosenses 2:10).
¡Por todo lo que me hada dado Dios por medio del  Señor JESÚS como mi Regalo! ¡Yo sí celebro la Natividad de mi amado JESÚS!
Termino con esta anécdota: recuerdo un precioso amanecer en Jerusalén, en diciembre de 1988, me asomé a la ventana del hotel y contemplé la Ciudad Santa, sentí de nuevo esa experiencia inefable de ver la ciudad del rey David, nuevamente vino a mi mente la escena de JESÚS, cuando hizo su lamento sobre ella diciendo: “!Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! !Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mateo 23:37, RV60).¡Todavía tanto en Belén como en Jerusalén mucha gente no sabe ¿Quién es JESÚS? Anoté en mi cuaderno de viajero, al pensar en JESÚS como el Regalo de Dios, estás palabras:
Gratitud
Hoy les ha nacido en la ciudad
de David un Salvador,
que es Cristo el Señor.
Lucas 2:11 (NV)
Hay mucha gente aquí
en esta bella ciudad,
y no saben que JESÚS
vino en una Navidad…
Él nació para morir
por Su santa voluntad.
Fue un regalo de Su amor
Vida eternal a mi favor
para poderme salvar.
Francisco Aular
Jerusalén, diciembre de 1988
Pues bien, los relatos de los Evangelios acerca de la Encarnación de Dios en JESÚS, me dejan atónito, confirma lo que pienso: Navidad no es solamente, una celebración, sino un estilo de vida lleno de gratitud a Dios, y exclamo como el Apóstol: ¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo! 2 Corintios 9:15 (DHH)
¡Feliz Regalo de Navidad en JESÚS!
Oración:
Padre Todopoderoso:
Amado Dios, sé que tu ves con tus ojos misericordiosos, todo el acontecer mundial, pero en medio de las pruebas y luchas de este mundo, hacemos un tiempo para recordar tu manera de darnos tantas bendiciones espirituales y hacernos ricos en ellas para que celebremos la verdadera Navidad, y tu Regalo a todos nosotros. ¡Gracias nuevamente! En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
El modelo para dar, no es si los otros dan, sino JESÚS quien se dio asímismo por nosotros.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?